En una región donde predomina la biodiversidad y donde los grandes paisajes son una regla por excelencia, irónicamente se desarrollan historias impactantes en paralelo. La Guajira, un territorio con más de 900.000 habitantes, nos plantea un reto significativo: reflexionar sobre los obstáculos que se presentan en términos de acceso a la salud con el objetivo de proporcionar una mejor calidad de vida.
La diversidad cultural de La Guajira es tan valiosa que merece ser atendida y preservada. Por esto, la salud, como un derecho fundamental, debe ser accesible y de calidad para todos, incluyendo las mujeres. Según las tasas registradas, Colombia mostró una tasa de mortalidad materna de 49,2 en el 2022; y en este territorio prevalecen 119,2 muertes maternas por cada cien mil nacidos. Estas cifras, evidencian la necesidad de atención y del desarrollo de acciones para abordar esta problemática.
La salud materna no es solo un indicador del bienestar de las mujeres, sino también el reflejo de la calidad de los servicios de salud disponibles en la región. Estas altas tasas reflejan desafíos en acceso a la atención médica adecuada, incluyendo el agua potable. Así mismo señalan la necesidad de una mayor coordinación y colaboración de equipos que trabajen de manera articulada para entregar el mejor servicio y educación, para priorizar el bienestar de las mujeres. El abordar dichos desafíos promueve un futuro más seguro y saludable.
Como lo he mencionado en otros artículos, el acceso, en términos de salud, es un derecho, y la base de una sociedad vital, que a su vez, fortalece el desarrollo sostenible. Permitir la detección temprana de enfermedades, aumenta las posibilidades de un tratamiento efectivo y un diagnóstico precoz para abordar las distintas condiciones médicas a menor tiempo y prevenir aumentar las cifras de mortalidad materna. No hay dudas de que estas condiciones permite a todos los seres humanos mantener una buena calidad de vida y bienestar, promoviendo la equidad a la salud para todos y todas, en todas partes.
Partiendo de este escenario, debemos multiplicar nuestros esfuerzos para fortalecer las redes, e integrar diversos actores, quienes, desde distintos puntos, podamos proveer tecnologías de punta que nos permitan ser prestadores de salud, abordando desde una manera efectiva y eficiente servicios de salud integrales. Aquí todos importan, cada persona representa una vida, familia y comunidad que tiene oportunidades de bienestar, y desde el empresariado debemos estar abiertos a aportar en que esto sea posible para que esto sea una realidad.
