Cuenta de usuario

Robert F. Kennedy Jr. es nombrado secretario de salud de Estados Unidos por Donald Trump

Robert F. Kennedy Jr. es nombrado secretario de salud de Estados Unidos por Donald Trump

Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, anunció el 14 de noviembre la designación de Robert F. Kennedy Jr. como el nuevo secretario de Salud y Servicios Humanos. Kennedy Jr. ha sido una figura polémica, conocida por su activismo antivacunas y teorías de la conspiración, especialmente en torno a la pandemia de COVID-19 y sus efectos en la salud pública.

Trump destacó en su red social, Truth Social, la importancia del puesto: “Velar por la salud de los ciudadanos es el puesto más importante de la Administración”. Afirmó que, durante demasiado tiempo, los estadounidenses han sido víctimas de un sistema alimentario y farmacéutico que, según él, se ha involucrado en engaños y desinformación respecto a la sanidad pública.

El nuevo secretario de Salud tendrá la misión de reformar y proteger a la población de “productos químicos nocivos, contaminantes, pesticidas, productos farmacéuticos y aditivos alimentarios que han contribuido a la abrumadora crisis de salud” que enfrenta el país, según indicó el futuro presidente. Trump confía en que Kennedy Jr. se asegurará de que las agencias federales vuelvan a seguir “los mandatos de la ciencia para poner fin a la epidemia de enfermedades crónicas”.

De candidato presidencial a secretario de salud

Robert F. Kennedy Jr. es un nombre conocido, no solo por su linaje familiar, siendo hijo del exfiscal general Robert F. Kennedy y sobrino del expresidente John F. Kennedy, sino también por su activismo medioambiental y su paso por la política. Sin embargo, su postura frente a las vacunas y su rol como teórico de la conspiración han generado divisiones dentro del propio clan Kennedy, que le dio la espalda tras sus declaraciones durante la pandemia de COVID-19.

Kennedy Jr. fue inicialmente candidato por el partido demócrata, buscando una alternativa al presidente Joe Biden en la contienda electoral de 2024. Sin embargo, tras no obtener el respaldo esperado, decidió lanzarse como candidato independiente, para luego abandonar esta campaña. A pesar de estas idas y venidas, encontró en Donald Trump un aliado inesperado, quien valoró su postura crítica hacia el sistema sanitario estadounidense y lo consideró para un puesto clave en su futura administración.

En un mitin de campaña en Nueva York, Trump adelantó que permitiría que Kennedy Jr. “se volviera loco” con la sanidad, en caso de ganar las elecciones del 5 de noviembre frente a la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris. Ahora, con el triunfo electoral en mano, el presidente electo ha cumplido su promesa, tal y como lo confirmó su hijo mayor, Donald Trump Jr., a través de la plataforma X (anteriormente Twitter).

¿Un secretario antivacunas en la era post-pandemia?

La designación de Kennedy Jr. como secretario de Salud plantea preguntas importantes sobre el rumbo que tomará la política sanitaria en Estados Unidos. Kennedy ha defendido teorías que vinculan las vacunas con el autismo, una afirmación desmentida por la comunidad científica. Además, ha hecho declaraciones que relacionan los tiroteos masivos en escuelas con el uso de antidepresivos como el Prozac, e incluso ha sugerido que el COVID-19 fue diseñado para afectar a ciertos grupos étnicos.

Estas afirmaciones han sido ampliamente criticadas, no solo por expertos en salud pública, sino también por sus propios familiares. Gran parte del clan Kennedy ha mantenido su distancia de Robert F. Kennedy Jr. debido a sus posturas extremas y a las controversias en torno a la seguridad de las vacunas y otros aspectos de la salud pública.

Gabinete marcado por la controversia

El nombramiento de Kennedy Jr. se suma a una lista de decisiones igualmente polémicas para el gabinete de Trump. Entre ellos, destaca Matt Gaetz, legislador ultraderechista acusado de tráfico sexual de una menor, quien fue elegido como fiscal general. La elección de Gaetz ha causado temor entre los empleados del Departamento de Justicia, con varios funcionarios que, bajo condición de anonimato, han expresado su preocupación sobre el futuro de la principal agencia de aplicación de la ley del país. “Habrá dimisiones masivas si es juramentado”, dijo uno de ellos, anticipando un posible uso de la agencia como una herramienta para represalias políticas.

Otro nombramiento que ha generado controversia es el de Elon Musk, el magnate dueño de la plataforma X, como responsable de eficiencia gubernamental. A esto se suma la designación del presentador de Fox News, Pete Hegseth, como jefe del Pentágono, marcando un claro giro hacia la derecha en el perfil de los altos funcionarios de la Administración Trump.

Implicaciones para la salud pública

La llegada de Kennedy Jr. al cargo de secretario de Salud y Servicios Humanos supone un desafío para el futuro de la salud pública en Estados Unidos. La comunidad científica ha sido firme en sus críticas hacia las posturas antivacunas, que no solo carecen de fundamento científico, sino que también han contribuido a generar desconfianza hacia uno de los avances más importantes en la historia de la medicina moderna: la vacunación.

Bajo su dirección, las agencias de salud podrían verse obligadas a reevaluar sus políticas de vacunación, regulaciones sobre productos farmacéuticos y normativas para el control de pesticidas. Trump ha afirmado que la Secretaría de Salud trabajará para garantizar la protección de la población frente a los “productos químicos nocivos”, aunque la dirección específica de estas políticas aún está por verse. Lo cierto es que la presencia de una figura tan divisiva en el puesto más alto de la salud pública podría tener repercusiones profundas en la confianza de la población en el sistema sanitario.

La controversia que rodea el nombramiento de Robert F. Kennedy Jr. refleja las tensiones y divisiones que persisten en Estados Unidos, especialmente en torno a la salud pública y la ciencia. Los próximos meses serán decisivos para determinar si las promesas de Trump de “hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande y saludable” se traducen en políticas efectivas y basadas en la evidencia, o si, por el contrario, el país entra en una etapa de retroceso en sus avances sanitarios.

Con un gabinete lleno de figuras controversiales, las decisiones del próximo presidente podrían influir significativamente en la dirección de la política sanitaria, afectando desde la vacunación y el control de enfermedades crónicas, hasta la regulación de productos farmacéuticos y químicos.

Temas relacionados

Compartir Noticia

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Noticias destacadas
Más Noticias

Escríbanos y uno de nuestros asesores le contactará pronto

Reciba atención inmediata mediante nuestros canales oficiales aquí:

Tu carrito de compras está vacío.

Volver a la tienda