Luego de un informe presentado por la Organización de la Salud- OMS- sobre la resistencia a los antimicrobianos a nivel mundial y al surgimiento de la propagación de infecciones resistentes a los medicamentos. La OMS inició una campaña que busca concienciar y fomentar las mejores practicas de salud en esta materia.
Bajo el lema “Unidos para preservar los antimicrobianos”, la OMS junto con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) hicieron un llamado a todos los actores de la sociedad para que tomen conciencia sobre el uso responsable de los antimicrobianos. Esto debido a que la resistencia a los antimicrobianos suponen una amenaza inminente a una respuesta eficaz de salud pública mundial ante la propagación de enfermedades resistentes a los medicamentos.
También puede leer: AstraZeneca distribuiría vacuna contra covid-19 desde marzo 2021
Esta medida es importante mencionar que el surgimiento de nuevos mecanismos de resistencia suponen un riesgo en nuestra capacidad para tratar enfermedades infecciosas comunes, lo que implica que sin antimicrobianos eficaces para prevenir y tratar las infecciones, intervenciones como el trasplante de órganos, quimioterapias del cáncer, tratamientos de diabetes o cirugías como, por ejemplo, cesáreas o prótesis de cadera, se convertirán en procedimientos de muy alto riesgo.
¿Por qué está aumentando la resistencia a los antimicrobianos?
Según la OMS existen tres factores principales que pueden llegar a desencadenar la resistencia a los antimicrobianos.
Uso indebido y excesivo de los antimicrobianos en los seres humanos, los animales y las plantas
El uso indebido y el uso excesivo de antimicrobianos en los seres humanos, los animales y las plantas son los principales factores que impulsan el desarrollo de infecciones resistentes a los medicamentos. También contribuyen las prácticas de prescripción médica deficientes y el incumplimiento del tratamiento por parte de los pacientes. Por ejemplo, los antibióticos matan las bacterias, pero no los virus que provocan enfermedades como el resfriado y la gripe. Pese a ello, a menudo se prescriben incorrectamente antibióticos para esas enfermedades o estos se toman sin la debida supervisión médica. Los antibióticos también suelen utilizarse en exceso en los animales de granja y en la agricultura.
Falta de acceso al agua potable, el saneamiento y la higiene
La falta de agua potable y saneamiento en los centros de atención de la salud, las granjas y los entornos comunitarios y la prevención y el control inadecuados de las infecciones promueven la aparición y la propagación de infecciones resistentes a los medicamentos.
La COVID-19
El uso indebido de antibióticos durante la pandemia de COVID-19 podría conducir a la aparición y propagación aceleradas de resistencia a los antimicrobianos. La COVID-19 está causada por un virus, no por una bacteria y, como se ha dicho, los antibióticos no deben utilizarse para prevenir o tratar infecciones víricas, a menos que también estén presentes infecciones bacterianas.
Situación actual de la resistencia a los antimicrobianos
Resistencia del VIH
De acuerdo con la OMS, se calcula que en 2010 el 7% de las personas que iniciaron un tratamiento antirretrovírico (TAR) en los países en desarrollo tenían VIH farmacorresistente. En los países desarrollados la cifra era del 10-20%. Recientemente, algunos países han comunicado tasas de resistencia del 15% o más en quienes comienzan el tratamiento contra el VIH, y de hasta un 40% en quienes lo reinician.
El aumento de la resistencia tiene importantes repercusiones económicas, dado que los fármacos de segunda y tercera línea son, respectivamente, 3 y 18 veces más caros que los de primera línea.
Desde septiembre de 2015, la OMS recomienda que todos los pacientes con VIH sean tratados con antirretrovíricos. Se prevé que el aumento del uso de estos fármacos aumente la resistencia a ellos en todas las regiones del mundo. Para mantener la eficacia a largo plazo de los TAR de primera línea es esencial que se siga vigilando la resistencia y se reduzca al mínimo su aparición y propagación.
También puede leer: inteligencia artificial ayudaría a detectar aneurismas cerebrales
Resistencia de la tuberculosis
Según las estimaciones de la OMS, en 2014 hubo unos 480000 nuevos casos de tuberculosis multirresistente (TB-MR), es decir resistente a los dos antituberculosos más potentes, y solo se detectaron y notificaron aproximadamente un 25% de ellos (123 000). La TB-MR requiere tratamientos mucho más prolongados y menos eficaces, en comparación con la tuberculosis no resistente. En 2014, solo la mitad de los casos mundiales de TB-MR fueron tratados con éxito.
Se calcula que en 2014 un 3,3% de los casos de tuberculosis fueron multirresistentes. La cifra se eleva al 20% en casos ya tratados con anterioridad.
En 105 países se ha identificado la existencia de tuberculosis ultrarresistente, es decir, resistente al menos a cuatro de los principales fármacos antituberculosos. La cifra estimada de casos de TB-MR que son ultrarresistentes es del 9,7%.
Resistencia de la gripe
Los antivíricos son importantes para el tratamiento de la gripe epidémica y pandémica. En la actualidad, prácticamente todos los virus de la gripe A circulantes en el ser humano son resistentes a los inhibidores M2 (amantadina y rimantadina). En cambio, la frecuencia de la resistencia al oseltamivir, un inhibidor de la neuraminidasa, sigue siendo baja (1-2%). La sensibilidad a los antivíricos es vigilada constantemente por el Sistema Mundial OMS de Vigilancia y Respuesta a la Gripe.