Consultorsalud conoció la carta de renuncia que presentó Gustavo Morales Cobo ante Juan Gonzalo López y Andrés Barragán, el presidente y vicepresidente de la junta directiva de la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral -ACEMI- respectivamente, al cargo de presidente ejecutivo de la asociación que agrupa las principales EPS del país.
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Han sido para mí tres años extraordinarios en términos de intensidad, pasión invertida en el trabajo y aprendizaje. Por el privilegio de haberme permitido vivir esas experiencias, expreso mi agradecimiento a todos los miembros de la Junta, a quienes consideraré siempre buenos amigos.
No es esta carta un informe exhaustivo de gestión, que por supuesto será presentado, pero sí quiero aprovechar para consignar en pocos renglones una especie de retrato impresionista de la labor cumplida. Mi llegada coincidió con el inicio del Gobierno Duque, y eso creó una oportunidad para establecer un nuevo plan marco estratégico para la Asociación, que se ha venido ejecutando con bastante rigor a pesar de la inesperada pandemia. Ese plan servirá a la organización en los próximos años, sin perjuicio de los necesarios ajustes que demandará la llegada de un nuevo gobierno.
Desde el punto de vista legislativo, los primeros meses estuvieron caracterizados por una inusual productividad sobre el sector salud, dando lugar a leyes varias (SuperSalud, sistemas de información), siendo la más importante la del Plan de Desarrollo, que fijó las bases de nuevas instituciones jurídicas dentro del sistema. Su implementación ha ocupado buena parte de la labor del gremio (por ejemplo, los presupuestos máximos y el llamado acuerdo de punto final). La complejidad operativa que estas figuras han planteado se debe a su ambigüedad conceptual, advertida desde el inicio por ACEMI, y a despejar esa ambigüedad deben dedicarse los máximos esfuerzos en los próximos meses. Posteriormente, y al menos en dos oportunidades, hubo que dedicar toda la energía a la discusión sobre sendos proyectos de reforma integral al sistema de salud, uno de ellos apoyado por el gobierno, que habrían acabado con la participación privada en el aseguramiento social en salud. La construcción de los argumentos para evitar ese resultado, y su eficaz despliegue, constituye uno de los puntos que más me enorgullecen en el balance de esta gestión que ahora termina.
El momento determinante de estos tres años en ACEMI fue la pandemia. Como en todas las organizaciones, hubo que aprender sobre la marcha, y fue necesario articular los mensajes y fijar posiciones sectoriales, frente a un fenómeno sin precedentes. La forma como las aseguradoras afiliadas a ACEMI reaccionaron a semejante desafío es una de las razones por las cuales me voy lleno de orgullo de haberlas representado estos años. Ustedes lideraron a sus equipos en el cuidado de sus 27 millones de afiliados con tal éxito, que prácticamente cesó el debate sobre la conveniencia de que existan aseguradoras privadas en el sistema de seguridad social en salud. Esas son las historias que habrá que contarles a los nietos. Haber ejercido la vocería de ustedes en semejante tormenta, y haber llevado a cabo la gestión gremial ante las autoridades, siempre prolíficas en producción de normas y directrices, fue un camino lleno de tropiezos y altos puntos de tensión, que en general se resolvieron siempre a favor de los usuarios del sistema.
La parte de la gestión a la que le doy más importancia es de carácter interno. Le di prioridad a sistematizar, disciplinar y dotar de contenido el trabajo de todos los Comités internos del gremio, adicionándolos con tres nuevos, que o no existían o estaban adormecidos, y cuyo trabajo contribuye a diferenciar a las empresas afiliadas a ACEMI de otras empresas del mismo sector. La creación y/o consolidación de los comités de planes voluntarios, comunicaciones, y cumplimiento, no sólo complementó el trabajo de los comités históricos (médico, jurídico, financiero, etc), sino que dotó a ACEMI de nuevos ejes de acción. Entre otras, queda el gremio con un modelo de gestión de la reputación en proceso de implementación, un plan de trabajo frente a planes voluntarios derivado de un estudio de caracterización, y un proceso de adopción de las mejores prácticas corporativas con base en la adhesión a estándares internacionales específicamente concebidos para organizaciones privadas de salud.
No se me escapa ni por un segundo que estos tres maravillosos años laborales coincidieron con circunstancias personales derivadas de sanciones impuestas contra mí por los organismos de control, y el hecho de que la Junta siempre me haya apoyado y entendido la injusticia de esas sanciones fue un factor para realizar las tareas con mayor alegría y entusiasmo.
Donde quiera que me encuentre, seguiré defendiendo la participación privada en el sistema de salud, la autonomía empresarial y corporativa de los agentes privados que aceptan participar, y la adopción de las mejores prácticas corporativas y técnicas. En defensa de esas causas, espero seguir siendo su aliado.
Como se lee, en la carta no se mencionan los motivos de su renuncia. Por el momento no se sabe quién será el próximo presidente ejecutivo de ACEMI.
