El Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA) recibirá nuevas facultades para regular el agotamiento de etiquetas en productos, específicamente en casos de errores tipográficos o aquellos que no presenten riesgo sanitario significativo. Esta medida, propuesta en el más reciente borrador de resolución del Ministerio de Salud y Protección Social, busca modificar y ampliar las directrices previas del etiquetado nutricional y frontal, ajustando la normativa a la realidad del mercado y minimizando el impacto ambiental por desechos de material impreso.
El borrador de la resolución presentado por el Ministerio de Salud y Protección Social refleja una evolución normativa que considera tanto la protección del consumidor como la eficiencia ambiental. En el corazón de esta propuesta está la necesidad de adaptarse a errores menores en el etiquetado que no comprometen la seguridad sanitaria.
Históricamente, el marco regulatorio colombiano ha enfatizado la importancia del cumplimiento riguroso en etiquetados, comenzando con la Ley 9 de 1979, que en su artículo 488, literal f), establece las bases para la regulación sanitaria de productos.
Posteriormente, la Resolución 810 de 2021 introdujo requisitos específicos para el etiquetado nutricional frontal de alimentos, marcando un hito en la transparencia hacia el consumidor. Sin embargo, los cambios normativos no se detuvieron allí, y en 2022, con la Resolución 2492, se realizaron ajustes significativos a varios artículos de la Resolución 810, demostrando una adaptabilidad frente a las necesidades de la industria y los consumidores. Estos ajustes fueron precisados en 2023 mediante la Resolución 254, que corrigió errores previos en la modificación.
El acto administrativo propuesto por el Ministerio de Salud y Protección Social otorga al Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA) la autoridad para regular el proceso de agotamiento de etiquetas en casos de errores tipográficos o aquellos errores que no suponen un riesgo sanitario significativo. Esta facultad se otorga con el fin de permitir una transición más flexible y menos perjudicial para el ambiente, en los casos donde los errores de etiquetado son menores y no afectan la seguridad o la información esencial para los consumidores. La medida estipula un plazo de hasta tres meses, contados a partir de la entrada en vigencia del acto, para la implementación de estas nuevas directrices. Además, esta resolución entrará en vigor a partir de su publicación en el Diario Oficial, asegurando su pronta aplicación y observancia.
Descargue el borrador de resolución por la cual se faculta al Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos – Invima, a reglamentar el agotamiento de etiquetas en los casos de errores tipográficos o errores que no presentan riesgo sanitario significativo en su comercialización en el marco de la Resolución 810 de 2021, modificada por la Resolución 2492 de 2022 y corregida por la Resolución 254 de 2023
