La reforma laboral entró en su recta final con la aprobación de cinco artículos clave en la plenaria del Senado. Aunque el ambiente político se mostró favorable al cierre del debate, el delicado estado de salud del senador Miguel Uribe generó una suspensión que podría poner en riesgo la votación de los artículos restantes antes del 20 de junio. Este escenario no solo condiciona el futuro inmediato de la legislación laboral, sino que también impacta en la posibilidad de tramitar la controvertida consulta popular impulsada por el Ejecutivo.
Avances recientes: cinco artículos aprobados y uno eliminado
Durante la jornada del lunes, la plenaria del Senado aprobó cinco artículos más de la reforma laboral, consolidando avances parciales en temas sensibles para el país. Los artículos validados incluyen:
- Artículo 54: establece lineamientos para fomentar el crecimiento verde como parte integral de las políticas laborales, alineado con estrategias sostenibles de desarrollo productivo.
- Artículo 66: incorpora el principio de representación paritaria o proporcional en organizaciones laborales, promoviendo la equidad en instancias de representación gremial.
- Artículo 75: impulsa la formalización laboral de los trabajadores del Programa de Alimentación Escolar (PAE), un sector históricamente precarizado.
- Artículo 61: aprobado según la ponencia original, establece una política pública de protección ante la automatización laboral, tema crítico en el marco de la transición tecnológica.
- Artículo 68: reafirma principios de prescripción en las acciones laborales, regulando plazos para reclamaciones.
En contraste, el artículo 63 de la reforma laboral, que proponía garantías reforzadas al derecho de asociación sindical, fue eliminado por iniciativa del Partido Conservador, evidenciando las tensiones ideológicas presentes en el debate legislativo.
Urgencia legislativa: solo restan 12 artículos
Con estos avances, restan 12 artículos por debatir y aprobar. Sin embargo, la urgencia es máxima: si el proyecto no queda aprobado antes del 20 de junio, fecha de cierre de la actual legislatura, se hundirá automáticamente la reforma laboral, obligando al gobierno a replantear su estrategia normativa.
La jornada del lunes estuvo marcada por la suspensión del debate a raíz del crítico estado de salud del senador Miguel Uribe, del Centro Democrático. La bancada de este partido, acompañada por algunos liberales, se retiró de la sesión para acudir a la Clínica Fundación Santa Fe. El presidente de la plenaria, Iván Cepeda, decidió levantar la sesión para permitir acuerdos que faciliten la votación en bloque de los artículos restantes. La discusión se reanudará este martes desde las 9:00 a.m.
Ambiente de acuerdos: avances, resistencias y mensajes cruzados
Horas antes de la suspensión, se gestaban señales de entendimiento entre gobierno y bancada legislativa. La senadora Angélica Lozano (Alianza Verde) declaró que “había buen ambiente para aprobarla” y que los consensos avanzaban. Uno de los puntos más discutidos fue la propuesta de eximir temporalmente a las microempresas del recargo nocturno desde las 7:00 p.m., medida vista como alivio para el sector productivo informal.
No obstante, un mensaje del presidente Gustavo Petro en la red social X encendió las alarmas: “Solicito al Senado no retroceder frente a lo aprobado en la Cámara. Nosotros no estamos aquí para perjudicar gente humilde y trabajadora, solo por fortalecer unos privilegios”.
A pesar de las interpretaciones que leían el mensaje como un rechazo al acuerdo, el senador Armando Benedetti aseguró que “no se ha cerrado la puerta” y que el presidente mantiene su apoyo a la reforma. “Ese punto microempresas ya está concertado”, afirmó Benedetti, añadiendo que persisten algunos ajustes en temas de redacción.
Lo que está en juego: legitimidad política y efectos sociales
La reforma laboral ha sido uno de los ejes estructurales del programa de gobierno del presidente Petro. Su propósito declarado es avanzar hacia un modelo de empleo digno, con derechos reforzados para trabajadores formales e informales. Entre los artículos aún pendientes figuran temas como:
- Nuevas reglas para despidos sin justa causa.
- Regulación del trabajo por plataformas digitales.
- Contratación para labores agropecuarias.
- Fortalecimiento de inspecciones laborales.
Por su parte, sectores empresariales y gremiales han expresado preocupaciones por los costos de implementación, en especial en pequeñas y medianas empresas. Según la ANDI, el impacto económico de los recargos laborales y la rigidez contractual podría afectar la formalización en sectores vulnerables.
Relación con la consulta popular: un reloj jurídico en cuenta regresiva
El escenario legislativo actual también condiciona otro elemento clave de la agenda del gobierno: la consulta popular 2.0, una figura mediante la cual el Ejecutivo buscaría legitimar reformas estructurales ante la ciudadanía.
La normativa establece que si el Congreso no emite concepto sobre la consulta antes del 19 de junio, el gobierno quedaría habilitado para convocarla por decreto, argumentando silencio legislativo. Sin embargo, hasta que no se vote completamente la reforma laboral, no podrá discutirse la viabilidad de la consulta, creando un efecto dominó que pone en riesgo la hoja de ruta institucional del Ejecutivo.
El dilema del ausentismo: ¿puede aprobarse la reforma sin la oposición?
La ausencia del Centro Democrático generó una fuerte discusión ética y procedimental. Aunque jurídicamente la votación podría avanzar con el quorum suficiente, distintos sectores advirtieron que la legitimidad política de la reforma laboral se vería comprometida sin la presencia de la oposición.
“El Senado no puede ignorar una situación humanitaria tan grave como la del senador Uribe para sacar adelante una reforma a las carreras”, dijo en un comunicado el Centro Democrático. El llamado a la solidaridad política se convirtió en otro obstáculo a resolver antes de reiniciar el debate.
¿Reforma en riesgo o acuerdo en camino?
El destino de la reforma laboral 2025 se definirá en las próximas 48 horas. La aprobación de los artículos restantes dependerá no solo del contenido técnico, sino de las habilidades políticas para lograr acuerdos, garantizar quórum y sostener la narrativa de una transformación laboral progresista y equilibrada.
La comunidad médica, los administradores de salud y los actores del sistema de protección social deben mantenerse atentos a estos desarrollos, pues el contenido final de esta reforma impactará profundamente la contratación en el sector salud, especialmente en servicios tercerizados, profesionales independientes y esquemas flexibles de vinculación laboral.