La Asociación Americana de Diabetes (ADA) dio a conocer las nuevas pautas para la detección de la insuficiencia cardíaca, la enfermedad arterial periférica (PAD) y la evaluación del riesgo de diabetes tipo 1, junto con las recientes directrices de manejo de la obesidad. El documento fue el resultado de una exhaustiva revisión de la literatura científica llevada a cabo por el Comité de Práctica Profesional de la ADA, integrado por 21 profesionales expertos. La información se publicó inicialmente en la revista Diabetes Care, el pasado 11 de diciembre.
Dentro de las novedades, los médicos hacen énfasis en las recomendaciones para la evaluación y tratamiento regular de la salud ósea, la evaluación de la discapacidad con directrices para su derivación, así como la armonización de las pautas para el cribado y tratamiento de enfermedades hepáticas con las de otras sociedades profesionales; estas últimas patologías cada vez se relacionan más estrechamente con la diabetes y la obesidad como detonantes principales.
Principales novedades de la ADA para manejo de la obesidad y otras enfermedades
Cabe resaltar que algunas secciones también cuentan con el respaldo del Colegio Americano de Cardiología, la Sociedad Americana de Investigación Ósea y Mineral, así como de la Sociedad de Obesidad. Según información compartida por la ADA, varias recomendaciones notables son las siguientes:
Cribado de la insuficiencia cardíaca: desde la ADA se han incorporado dos nuevas recomendaciones que instan a realizar el cribado en adultos con diabetes que presenten insuficiencia cardíaca asintomática, utilizando la medición de los niveles de péptido natriurético. Esto busca facilitar la prevención o evitar la progresión hacia etapas sintomáticas de la insuficiencia cardíaca.
Tratamiento para la obesidad: las nuevas directrices incorporan el empleo de mediciones antropométricas más allá del índice de masa corporal, abarcando la circunferencia de la cintura y la relación cintura-cadera, así como la evaluación individual de la masa grasa corporal y su distribución.
Se promueve la personalización del tratamiento de la obesidad, abarcando enfoques conductuales, farmacológicos y quirúrgicos. En el caso del tratamiento de la obesidad en individuos con diabetes, se prefiere la utilización de un agonista del receptor del péptido-1 similar al glucagón (GLP-1) o un agonista dual del polipéptido insulinotrópico dependiente de la glucosa y del receptor GLP-1, debido a su mayor eficacia para la pérdida de peso.
Detección de la diabetes tipo 1: se han propuesto diversas recomendaciones innovadoras, que abarcan un marco para investigar la sospecha de diabetes tipo 1 en adultos recién diagnosticados mediante pruebas de autoanticuerpos de los islotes y criterios diagnósticos para estadios preclínicos. Estos criterios se fundamentan en la reciente aprobación del teplizumab, destinado a retrasar la aparición de la diabetes tipo 1. Asimismo, se resalta la importancia de priorizar el cribado de los familiares de primer grado de las personas con diabetes tipo 1, dado que presentan un riesgo elevado.
Cribado de la arteriopatía periférica: una nueva recomendación de la ADA es el cribado de la EAP con pruebas del índice tobillo-brazo en personas asintomáticas con diabetes que tengan ≥ 50 años y presenten enfermedad microvascular en cualquier localización, complicaciones en los pies o cualquier daño en los órganos finales derivado de la diabetes. El documento también aconseja considerar el cribado de la arteriopatía periférica en todas las personas que hayan tenido diabetes durante ≥ 10 años.
