El Quindío se consolidó como referente nacional en la implementación de la nueva Ley de Salud Mental en Colombia y de la Política Nacional de Drogas, tras la realización del Foro Nacional “Desde el Quindío hablamos de Salud Mental y Drogas”. El evento, liderado por la Secretaría de Salud Departamental y la Universidad Alexander Von Humboldt, congregó a profesionales de la salud, instituciones académicas, representantes de entidades públicas y privadas, así como líderes comunitarios, en un espacio que marcó la apertura del Mes de la Salud Mental.
La masiva asistencia y los compromisos resultantes posicionan al departamento como un modelo de articulación territorial en salud pública, con énfasis en la reducción del estigma, la participación ciudadana y la construcción de estrategias intersectoriales para el abordaje integral de la salud mental y las adicciones.
Un foro que posiciona al Quindío en la agenda nacional
El departamento del Quindío, a través de la Secretaría de Salud Departamental y la Universidad Alexander Von Humboldt, presentó los resultados del Foro Nacional “Desde el Quindío hablamos de Salud Mental y Drogas”. El evento, se convirtió en un espacio de alto impacto al congregar a profesionales de la salud, instituciones académicas, organizaciones sociales y representantes de entidades públicas y privadas.
El encuentro se desarrolló en el marco del Mes de la Salud Mental y tuvo como propósito analizar los avances y retos de dos ejes estratégicos, la implementación de la nueva Ley de Salud Mental y la puesta en marcha de la Política Nacional de Drogas. La masiva asistencia demostró el interés creciente por abordar estos temas desde una perspectiva integral, centrada en derechos y orientada a disminuir estigmas históricos asociados a la enfermedad mental y al consumo de sustancias psicoactivas.
La nueva Ley de Salud Mental: retos y oportunidades
La Ley de Salud Mental, aprobada en Colombia busca garantizar la atención integral en salud mental como un derecho fundamental, promoviendo la prevención, el acceso equitativo a servicios especializados y la reducción de barreras de acceso. Uno de sus pilares es la inclusión de la salud mental en todos los niveles de atención, con especial énfasis en la atención primaria en salud (APS).
Durante el foro, expertos subrayaron que uno de los principales retos es llevar el conocimiento de la ley a la ciudadanía. Según Mónica Novoa Gómez, psicóloga y miembro del Consejo Nacional de Salud Mental, “uno de los grandes retos que dejan estos espacios es hacer que la población en general conozca la ley y conozca la norma, no por la norma en sí, sino porque pueda ponerse en el escenario de la conversación cotidiana los asuntos relacionados con salud mental para disminuir el estigma e incrementar la gobernanza”.
La evidencia científica respalda la necesidad de estas transformaciones. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que uno de cada ocho habitantes del planeta vive con un trastorno mental, y que más del 70 % no recibe tratamiento adecuado por falta de recursos o estigmatización social.
Política Nacional de Drogas: un enfoque de salud pública
Otro de los ejes del encuentro fue la Política Nacional de Drogas, diseñada bajo un enfoque de salud pública y derechos humanos, que prioriza la prevención, el tratamiento, la reducción de riesgos y daños, y la rehabilitación social.
Las discusiones resaltaron la necesidad de superar visiones punitivas y de avanzar hacia un modelo integral que reconozca las determinantes sociales del consumo. Este enfoque está alineado con las recomendaciones de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), que promueve políticas basadas en evidencia científica y centradas en las personas.
Del análisis a la acción: resultados de las mesas temáticas
El foro incluyó cuatro mesas de trabajo en salud, educación, comunidad e institucionalidad. Cada espacio aplicó un análisis DOFA (Debilidades, Oportunidades, Fortalezas y Amenazas), con el objetivo de identificar brechas y proponer acciones concretas.
Entre las conclusiones, se destacó la necesidad de fortalecer la capacidad de respuesta de los servicios locales, ampliar la cobertura en salud mental, generar campañas educativas en colegios y universidades, y mejorar la articulación intersectorial. Asimismo, se subrayó la importancia de consolidar redes de apoyo comunitario para disminuir la carga sobre los servicios hospitalarios y garantizar una atención más cercana y humana.
Gobernanza y participación comunitaria
La jornada dejó como mensaje central la relevancia de la gobernanza participativa en salud mental. Esto implica que las políticas públicas no solo deben formularse desde los despachos nacionales, sino que deben nutrirse del conocimiento territorial y de las experiencias comunitarias.
La articulación con universidades, gremios médicos y actores sociales es esencial para consolidar una red de atención integral y sostenible. El Quindío, al reunir estos sectores, mostró un modelo replicable para otros departamentos, donde la salud mental y el consumo de drogas se abordan como desafíos estructurales de salud pública, más allá de enfoques asistencialistas o reactivos.
Perspectiva nacional
El avance del Quindío en la implementación de la Ley de Salud Mental en Colombia y la Política Nacional de Drogas no solo fortalece la atención en su territorio, sino que lo proyecta como referente para otros departamentos del país. Este liderazgo territorial, basado en la articulación académica, institucional y comunitaria, ofrece un modelo replicable que contribuye al debate nacional sobre cómo garantizar servicios de salud mental oportunos, accesibles y libres de estigma. Con este paso, el Quindío se posiciona en la agenda pública como un actor estratégico en la transformación del sistema de salud colombiano y en la consolidación de políticas públicas sostenibles y centradas en las personas.

