Un equipo científico de la Universidad de Navarra en España, con apoyo de la clínica del mismo nombre, lograron prevenir la recaída del cáncer de mama más agresivo conocido hasta el momento; el cáncer de mama triple negativo, en más del 90% de los casos.
Anualmente cerca de 1.500 mujeres en España que reciben terapia para el cáncer de mama sufren reaparición del tumor en la misma zona de la mama o en los ganglios cercanos, a pesar de haber practicado una extirpación quirúrgica o ser tratadas con radioterapia para eliminar cualquier residuo tumoral.
Los investigadores pudieron intervenir en la reaparición, gracias a que descubrieron la causa de este proceso. Para ello, desarrollaron dos nuevos modelos animales que imitan la enfermedad humana e identificaron una enzima (ENPP1) como pieza clave de la reaparición del cáncer de mama en la zona resecada. “Fue una sorpresa poder ‘hackear’ el programa genético utilizado por las células tumorales para la formación de un nuevo tumor. Pero lo realmente fascinante fue descifrar todas las funciones dirigidas por ENPP1” señala Fernando Lecanda, investigador del Programa de Tumores Sólidos del Cima y codirector del trabajo.
Los niveles de ENPP1 permiten que las células tumorales, denominadas células tumorales circulantes sean capaces de anidar en el lecho del tumor extirpado, incluso tiempo después de finalizar el tratamiento. “Además, a través de un mediador llamado haptoglobina, ENPP1 atrae las células pro tumorales del sistema inmune, con lo que favorece el crecimiento exacerbado del tumor. Por último, tras la atracción de esas células inmunes, la haptoglobina es capaz de inducir su explosión formando una tupida red de AND (denominada NET) que protege al tumor e incluso puede llevar a nuevos focos tumorales en otros órganos y potenciar los efectos agresivos del tumor” añade Lecanda.
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Los hallazgos del equipo se publicaron recientemente en la revista de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer: Cancer Discovery. Los resultados fueron validados en los tumores de una cohorte de pacientes con cáncer de seno y sugieren también nuevas posibilidades de dianas terapéuticas para evitar recaídas. De hecho, la combinación del anti-ENPP1 junto con la radiación logró eliminar casi por completo la posibilidad de recaída.
“Se abren nuevos horizontes de tratamiento con inhibidores de ENPP1/haptoglobina. De hecho, existen varias empresas que los están desarrollando y están demostrando en estudios preliminares que no producen toxicidad”, afirmó Rafael Martínez-Monge, codirector del Departamento de Oncología Radioterápica de la Clínica Universidad de Navarra y codirector del trabajo.
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Este tratamiento podría también aplicarse a otros cánceres como el de próstata, el de pulmón, el de cabeza y cuello e incluso algunos sarcomas. “Por eso, pensamos que su bloqueo podría utilizarse para inhibir recaídas locales o la formación de focos tumorales en otros órganos. Se plantean, por tanto, perspectivas fantásticas con este nuevo talón de Aquiles que puede redundar en el beneficio terapéutico en muchos pacientes”, añade el doctor Lecanda.
Cabe mencionar, que este no es el único mecanismo, pero si tiene una tasa de prevalencia muy alta en cáncer, pero hay que determinar la dependencia de este mecanismo en cada tumor. Una vez se identifiquen los más sensibles es posible aplicar y recibir beneficios clínicos.
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