PREVENT: Una nueva calculadora de riesgo de enfermedades cardiovasculares (ECV) está revolucionando la forma en que los cardiólogos estiman el riesgo de padecer enfermedades cardíacas en los próximos 30 años. Esta innovadora herramienta combina medidas de salud cardiovascular, renal y metabólica, y ha sido presentada en una declaración científica de la Asociación Estadounidense del Corazón publicada en Circulation.
La calculadora de riesgo, conocida como PREVENT (Predicción del riesgo de EVENTOS de enfermedades cardiovasculares), ha sido desarrollada por la Asociación Estadounidense del Corazón y estima el riesgo de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca. Lo más destacado de esta nueva herramienta es su capacidad para incorporar el síndrome cardiovascular-riñón-metabólico (CKM) en la prevención de las ECV. El síndrome CKM, que incluye enfermedades cardiovasculares, renales y metabólicas como la diabetes tipo 2 y la obesidad, ha sido identificado como un factor de riesgo importante en la aparición de enfermedades cardíacas.
De acuerdo con la asociación, aproximadamente uno de cada tres adultos estadounidenses presenta tres o más factores de riesgo relacionados con enfermedades cardiovasculares, renales y trastornos metabólicos. Cuando empeoran las condiciones subyacentes del síndrome CKM, aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco, un derrame cerebral o insuficiencia cardíaca.
La nueva calculadora de riesgo PREVENT permite a los médicos cuantificar este riesgo y brindar atención o tratamiento preventivo para reducir el riesgo de ECV. Además, la calculadora tiene en cuenta las diferencias de riesgo entre los sexos biológicos, lo que es especialmente relevante debido a la investigación adicional realizada en mujeres en los últimos años.
Es importante destacar que dentro de su información no incorpora la raza en sus cálculos, reconociendo que la raza es un factor social y no una variable biológica válida para predecir el riesgo de ECV. Sin embargo, la calculadora permite la inclusión de factores sociales si están disponibles, como el sexo, cuantificando de manera única los riesgos de la ECV.
Esta se basa en datos de más de 6 millones de adultos en los Estados Unidos, de diversos orígenes raciales, étnicos, socioeconómicos y geográficos. Estos datos se recopilaron tanto de registros médicos electrónicos como de estudios de investigación, lo que garantiza que la calculadora sea aplicable a la población adulta general de los Estados Unidos.
La calculadora utiliza pruebas de detección comunes en atención primaria, como la medición de la presión arterial, análisis de sangre para detectar colesterol, azúcar en sangre y función renal, y preguntas sobre el consumo de tabaco y el uso de medicamentos para los factores de riesgo de ECV. Estos datos, junto con la edad y el sexo de una persona, se ingresan en la calculadora para estimar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Características de PREVENT
Una de las características más importantes es su capacidad para evaluar el riesgo a largo plazo, hasta 30 años. Esto permite identificar oportunidades de intervención y prevención temprana en personas más jóvenes, cuyo riesgo a corto plazo puede ser bajo.
Además, la calculadora PREVENT incluye medidas de función renal y salud metabólica para una evaluación más precisa del riesgo cardiovascular. La función renal y los niveles de azúcar en sangre son factores importantes en la salud cardiovascular y la enfermedad renal crónica aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas. La calculadora también tiene en cuenta el riesgo de insuficiencia cardíaca, una condición grave que puede ser más prevalente en personas con obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedad renal.
Como ya se mencionó la calculadora fue diseñada para ser precisa y aplicable a diversos grupos raciales y étnicos. A diferencia de calculadoras anteriores, que se basaban en datos específicos de grupos raciales, la calculadora PREVENT tiene en cuenta la diversidad de la población estadounidense y no utiliza la raza como factor en sus cálculos.
Sin embargo, la declaración científica también destaca la necesidad de continuar investigando y perfeccionando sus ecuaciones. Sugiriendo recopilar más datos de personas de diversas razas y orígenes étnicos, así como mejorar la evaluación de los determinantes sociales de la salud. Además, se propone investigar la predicción de resultados renales adversos para optimizar aún más la predicción del riesgo cardiovascular.