Durante una intervención conjunta entre la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) del Ministerio de Salud (Minsa) y la Policía Nacional, se descubrió un laboratorio clandestino en San Juan de Lurigancho donde se fabricaban productos farmacéuticos de manera ilegal. Esta operación resultó en la incautación de más de cinco toneladas de productos, lo que representa un grave riesgo para la salud pública.
El laboratorio clandestino en San Juan de Lurigancho había recibido previas sanciones por parte de la Digemid; sin embargo, desafiando la ley, continuaba operando en la clandestinidad.
Durante la intervención, se pudo constatar que los productos farmacéuticos confiscados no se elaboraban siguiendo las buenas prácticas de manufactura. Las instalaciones del laboratorio no cumplían con los estándares de limpieza y ventilación adecuados, y no contaban con la supervisión de un farmacéutico responsable. Esto pone en riesgo la calidad y seguridad de los medicamentos, lo que podría tener graves consecuencias para la salud de las personas que los consuman.
Registro sanitario vencido y etiquetas falsas en los productos farmacéuticos
Además de las deficientes condiciones de fabricación, se descubrió que algunos de los productos confiscados tenían registro sanitario vencido y etiquetas que mencionaban nombres de químicos farmacéuticos que no estaban relacionados con el laboratorio clandestino. Esto demuestra un intento de engañar a los consumidores y poner en riesgo su salud al venderles productos de baja calidad y sin la garantía de cumplir con los estándares de seguridad.
Ante esta situación preocupante, es crucial que los consumidores adquieran productos farmacéuticos únicamente en establecimientos formales y verifiquen que cuenten con el registro sanitario otorgado por la Digemid. Asimismo, es importante comprobar que la fecha de vencimiento esté vigente. Estas precauciones garantizan la calidad y seguridad de los medicamentos, protegiendo así la salud de las personas.
El descubrimiento de este laboratorio clandestino en San Juan de Lurigancho es un recordatorio de la importancia de adquirir productos farmacéuticos únicamente en establecimientos formales y confiables. La incautación de más de cinco toneladas de productos de baja calidad y fabricados en condiciones inadecuadas resalta la necesidad de fortalecer los controles y regulaciones para proteger la salud pública.
