El Director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), doctor Jarbas Barbosa, junto al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, celebraron la confirmación de que Brasil ha sido reverificado como libre de sarampión, rubéola y síndrome de la rubéola congénita. Este hito marca la recuperación del estatus de las Américas como región libre de sarampión endémico, una condición lograda por primera vez en 2016.
“Felicitamos a Brasil por este logro tan significativo”, afirmó el doctor Barbosa. “Este esfuerzo refleja el firme compromiso de Brasil con la salud pública y con la protección de su población contra enfermedades prevenibles por vacunación. El sarampión no solo impacta la salud, sino que también tiene consecuencias devastadoras para la economía y el bienestar de los países”, destacó.
La reverificación fue realizada por la Comisión Regional de Monitoreo y Reverificación de la Eliminación del Sarampión, la Rubéola y el Síndrome de la Rubéola Congénita (RVC), un grupo independiente de expertos convocado por la OPS, que evaluó las pruebas presentadas por Brasil. Este proceso evidenció que no hubo transmisión del virus del sarampión durante al menos un año, y también demostró un fortalecimiento en el programa de vacunación, la vigilancia epidemiológica y la respuesta a casos importados.
El brote de sarampión que reanudó la transmisión endémica en 2019, y que resultó en más de 21.700 casos reportados, supuso un desafío crítico para el sistema de salud de Brasil. En respuesta, el país implementó una serie de medidas, incluyendo la coordinación del Ministerio de Salud con los profesionales de salud de estados y municipios, la microplanificación de actividades de vacunación de alta calidad y la descentralización de las pruebas moleculares para identificar el virus. Gracias a estos esfuerzos, en junio de 2022 se registró el último caso de sarampión endémico en Brasil.
La cobertura de la vacuna SRP (Sarampión, Rubéola y Paperas) aumentó del 81% en 2022 al 87% en 2023, y el país sigue trabajando para alcanzar el umbral del 95% recomendado por la OPS, garantizando así la inmunidad colectiva y previniendo futuros brotes. Durante este período, Brasil reportó algunos casos importados de sarampión, pero la respuesta rápida del sistema de salud evitó la aparición de casos secundarios.
“Para mantener la eliminación del sarampión y evitar futuros brotes, es crucial seguir intensificando los esfuerzos de vacunación, mejorar la vigilancia y la capacidad de responder rápidamente ante casos importados”, concluyó el doctor Barbosa.
El sarampión sigue siendo una amenaza global: Américas deben mantener alta cobertura vacunal
El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta principalmente a los niños y puede provocar complicaciones graves, como infecciones de oído, ceguera, neumonía y encefalitis, algunas de ellas fatales. Debido a que el sarampión continúa circulando en otras regiones del mundo, el riesgo de reintroducción en las Américas persiste, particularmente en los niños que no están completamente vacunados.
En 2024, hasta el 8 de noviembre, se registraron más de 17.000 casos sospechosos de sarampión en las Américas, de los cuales 389 fueron confirmados en ocho países. La mayoría de estos casos son importados o están relacionados con la importación, lo que subraya la importancia de mantener altos niveles de cobertura vacunal para proteger a las poblaciones más vulnerables.
Con la reverificación de Brasil, las Américas recuperan su estatus de región libre de sarampión endémico, un reconocimiento que se alcanzó por primera vez en 2016. Además de Brasil, Venezuela también fue reverificada como libre de sarampión endémico en 2023, después de un brote que duró más de 12 meses en 2018. Los otros 33 países miembros de la OPS en la región han mantenido su estatus de eliminación.
La OPS ha enfatizado la necesidad de seguir fortaleciendo los programas de vacunación y aumentar las coberturas para alcanzar niveles adecuados. Asimismo, subraya la importancia de reforzar los sistemas de vigilancia y mejorar la capacidad de los sistemas de salud para responder rápidamente a posibles casos importados. Finalmente, se destaca que las Américas también lograron eliminar la rubéola y el síndrome de la rubéola congénita en 2015, un logro que los países de la región han mantenido desde entonces, consolidando los esfuerzos en pro de la salud pública y la prevención de enfermedades.
