La Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió una alerta epidemiológica ante la identificación de casos y conglomerados de sarampión en las Américas. Con más de 14.000 casos sospechosos y 376 confirmaciones en países como Estados Unidos, Canadá y Argentina, la OPS insta a las naciones de la región a redoblar sus esfuerzos de vacunación y vigilancia para evitar un brote generalizado. Esta alerta subraya la necesidad de abordar las brechas en la cobertura de inmunización, un desafío que la región enfrenta desde hace años.
Según la OPS, hasta el 5 de octubre de 2024 se han registrado 14.000 casos sospechosos de sarampión en la región, de los cuales 376 han sido confirmados. Los países más afectados son Estados Unidos con 267 casos, Canadá con 82 y Argentina con 11. La mayoría de estos han sido catalogados como importados o relacionados con la importación, una señal de que el virus sigue encontrando vías para ingresar en la región a través de viajeros no inmunizados o de áreas con baja cobertura vacunal.
El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa, afecta principalmente a los niños, aunque también puede impactar a jóvenes adultos. Las complicaciones pueden ser graves e incluyen infecciones del oído, diarrea intensa, ceguera, neumonía y, en los casos más severos, encefalitis. Algunas de estas complicaciones, especialmente en personas vulnerables, pueden resultar mortales:
Las brechas en la cobertura de vacunación son un riesgo creciente
La alerta de la OPS hace hincapié en que el 57% de los casos confirmados no contaban con vacunación previa, y en el 28% de los casos el estado de vacunación era desconocido. Estas cifras reflejan una situación alarmante de brechas en la cobertura de vacunación en varios países de las Américas. La cobertura regional de la primera dosis de la vacuna SRP (sarampión, rubéola y parotiditis) se ubicó en el 87% en 2023, mientras que la cobertura de la segunda dosis apenas alcanzó el 76%. Ambas cifras están por debajo del 95% recomendado por la OPS y la OMS para evitar brotes, exponiendo a miles de personas a posibles contagios y complicaciones.
Desde 2015, la región de las Américas fue declarada libre de rubéola, y en 2016 también se certificó como libre de sarampión endémico. Sin embargo, los actuales niveles de cobertura insuficiente y la entrada de casos importados representan un riesgo significativo de reintroducción del virus, amenazando los logros obtenidos en las últimas décadas.
Medidas recomendadas por la OPS para enfrentar la amenaza
En respuesta a la situación, la OPS insta a los Estados Miembros a implementar una serie de medidas para prevenir el aumento de casos y controlar cualquier brote emergente. Estas medidas incluyen:
Búsqueda activa de casos: La OPS sugiere intensificar las labores de vigilancia y rastreo de posibles casos, especialmente en áreas con baja cobertura vacunal o con antecedentes de casos importados recientes.
Vacunación complementaria: La organización recomienda realizar actividades de vacunación en zonas con brechas inmunitarias, para fortalecer la protección de la población y cerrar cualquier espacio que permita la propagación del virus.
Fomento de la vacunación en viajeros: La OPS exhorta a los viajeros a asegurarse de estar vacunados antes de visitar áreas de riesgo, y a los países a reforzar la información para que las personas comprendan la importancia de inmunizarse antes de viajar.
Además, la OPS destaca la importancia de mejorar la comunicación con las comunidades para fomentar la confianza en la vacunación. “Es crucial asegurar que las poblaciones vulnerables comprendan los riesgos del sarampión y los beneficios de la vacunación”, señala la organización en su alerta.
Factores de riesgo y su impacto en la transmisión del virus
La OPS ha identificado varios factores que podrían influir en la propagación del sarampión en la región. Entre ellos se encuentran:
Baja cobertura vacunal: La falta de inmunización en ciertos sectores de la población abre las puertas a la rápida propagación del virus.
Movilidad regional: La facilidad de viajar y la alta movilidad de personas entre países aumenta las probabilidades de diseminación del virus a nuevas áreas.
Brotes de otras enfermedades: En áreas donde se presentan brotes de dengue, por ejemplo, los casos de podrían enmascararse, complicando su identificación y respuesta oportuna.
La OPS recalca la importancia de que los países fortalezcan sus sistemas de vigilancia para detectar rápidamente casos importados, ya que una respuesta temprana es clave para limitar la transmisión del virus y evitar brotes a gran escala.
El sarampión como problema de salud global
A nivel mundial, sigue siendo una de las principales causas de muerte en niños pequeños, pese a la disponibilidad de una vacuna segura y eficaz. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta el 15 de octubre de 2024 se reportaron más de 502.000 casos sospechosos en 182 países, de los cuales más de 283.000 (56%) fueron confirmados. Estas cifras resaltan la amenaza persistente del y la necesidad de una vigilancia constante.
Ante esta situación, la OPS ha reafirmado su compromiso de apoyar a los países en la implementación de medidas efectivas para controlar el virus y proteger a las poblaciones más vulnerables. La organización resalta que solo a través de una cooperación regional y una respuesta coordinada entre instituciones es posible enfrentar esta amenaza de salud pública. “La vacunación sigue siendo la herramienta más efectiva para prevenir brotes y proteger a las comunidades”, subraya la OPS en su alerta.