La Red Regional PAHOMoMo, impulsada por la Organización Panamericana de la Salud, culminó con éxito su fase piloto en Argentina, Brasil, Chile y Guatemala, estableciendo la infraestructura metodológica y tecnológica necesaria para detectar aumentos inusuales en la mortalidad por causas respiratorias y proyectar su expansión a nueve países más de la región.
Frente a la recurrencia de brotes estacionales de gripe y emergencias derivadas de desastres naturales, disponer de un sistema que convierta registros de defunción en alertas tempranas se ha vuelto imprescindible. PAHOMoMo adapta modelos estadísticos y dashboards interactivos para ofrecer a los países de las Américas una visión puntual de las tendencias de mortalidad, fortaleciendo la toma de decisiones en salud pública.
Avances piloto y metodología adaptada en PHOMoMo
Según datos de la OPS presentados en Washington D.C., la fase piloto que abarcó el primer semestre de 2025 y contempló un análisis retrospectivo de series temporales desde 2019 permitió a los equipos nacionales calibrar modelos de Poisson con ajustes estacionales específicos para cada país. Argentina y Brasil colaboraron con sus institutos nacionales de salud (ANMAT y Fiocruz, respectivamente) para integrar datos de certificados de defunción diarios, mientras que Chile y Guatemala aportaron información de sus sistemas de vigilancia de mortalidad con un desfase máximo de 48 horas.
Gracias a estas adaptaciones, en junio de 2025 se detectó un exceso de mortalidad del 8 % sobre el umbral esperado durante una ola de frío inusual en el Cono Sur, lo que facilitó la redistribución rápida de recursos hospitalarios.
Retos en la calidad y disponibilidad de datos
La heterogeneidad en la integridad de los certificados de defunción y las demoras de hasta cuatro semanas en la digitalización de registros constituyeron barreras para un monitoreo “casi” en tiempo real. Las diferencias en la codificación ICD‑10 y la fragmentación de plataformas desde registros civiles descentralizados hasta sistemas de notificación epidemiológica como SINAVE y e‑SUS complicaron la consolidación de datos. Para superar estas brechas, la OPS impulsa protocolos de interoperabilidad basados en estándares FHIR y capacitaciones técnicas que buscan uniformar la calidad y puntualidad de la información en toda la región.
Convocatoria y expansión regional
Con la viabilidad técnica comprobada, la OPS extendió invitaciones oficiales a Uruguay, Paraguay, Costa Rica, Colombia, Cuba, Panamá, Perú y El Salvador. Estos países aportarán series históricas de mortalidad y participarán del taller híbrido programado para el 15–17 de agosto de 2025, que combinará sesiones prácticas sobre modelación estadística, uso de R Shiny y configuración de APIs de datos. Se espera que más de 120 profesionales asistan, consolidando un manual de usuario y protocolos compartidos que garanticen comparabilidad de indicadores.
Rumbo al futuro: financiamiento y expansión regional
La siguiente etapa contempla la incorporación de módulos específicos para calcular el exceso de mortalidad atribuible a la influenza estacional responsable de entre 290.000 y 650.000 muertes anuales según la OMS, al virus sincitial respiratorio y al SARS‑CoV‑2, permitiendo desagregar el impacto de cada patógeno en tiempo casi real.
Para garantizar la continuidad operativa y técnica, la OPS ha comprometido aproximadamente 2 millones de USD del Fondo de Emergencias Sanitarias, que se suman a contribuciones académicas de la Universidad de Washington y un convenio estratégico con el Instituto Pasteur de Uruguay. Estos recursos financiarán no solo el desarrollo de nuevos algoritmos y la expansión de la plataforma, sino también la adquisición de licencias de software de análisis en la nube y la contratación de consultores especializados en epidemiología digital.
Además, se prevé la formación de un “núcleo de excelencia” regional, conformado por epidemiólogos, estadísticos y desarrolladores de TI, encargado de estandarizar protocolos, ofrecer mentorías y actualizar periódicamente el manual de usuario. Un plan de trabajo para 2025–2026 establece hitos trimestrales:
- Validación del módulo influenza en noviembre de 2025
- Integración del RSV en marzo de 2026
- Despliegue del módulo SARS‑CoV‑2 en junio de 2026
Asimismo, se diseñará un mecanismo de autofinanciamiento a través de alianzas con organismos multilaterales y donaciones filantrópicas, asegurando que, a largo plazo, PAHOMoMo pueda extenderse a otras enfermedades de alta carga como la neumonía bacteriana y la malaria respiratoria y consolidarse como la columna vertebral de la vigilancia de mortalidad en las Américas.
