La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado un paso trascendental en la lucha contra la viruela símica (mpox) al incluir la vacuna LC16m8 en su lista de uso en emergencias. Esta decisión se produce en un momento crítico, con brotes crecientes en 80 países y un impacto devastador en regiones como África, donde la República Democrática del Congo ha registrado más de 39.000 casos sospechosos y más de 1.000 muertes.
Un recurso vital para contener la emergencia
La autorización de la vacuna LC16m8, desarrollada por KM Biologics en Japón, representa una herramienta clave para frenar la expansión del mpox. Según la OMS, esta vacuna es especialmente significativa porque puede administrarse a personas mayores de un año con una técnica de punción múltiple utilizando una aguja bifurcada, lo que simplifica su aplicación en contextos de emergencia.
“La autorización por la OMS de la vacuna LC16m8 contra la mpox para su uso en emergencias supone un paso fundamental en nuestra lucha frente a la emergencia actual,” afirmó la Dra. Yukiko Nakatani, Subdirectora General de Acceso a Medicamentos y Productos de Salud de la OMS. “Esta vacuna proporciona un nuevo recurso para proteger a todos los grupos de población, incluidos los niños.”
Impacto global y donaciones significativas
Japón ha tomado la delantera en apoyar la respuesta global al mpox con la donación de 3.05 millones de dosis de la vacuna LC16m8 a la República Democrática del Congo. Este gesto constituye la mayor contribución realizada hasta la fecha en el contexto de la actual emergencia.
El respaldo de Japón no solo incluye las vacunas, sino también las agujas bifurcadas necesarias para su administración. Este enfoque integral refleja la necesidad de una estrategia coordinada para garantizar que las herramientas disponibles lleguen a las comunidades más afectadas.
Eficacia y seguridad comprobadas de la vacuna LC16m8
La vacuna LC16m8 ha sido evaluada rigurosamente por la OMS y la Dirección de Productos Farmacéuticos y Dispositivos Médicos de Japón, confirmando su seguridad y eficacia. Incluso en personas con VIH bien controlado, la vacuna ha demostrado ser efectiva, lo que la posiciona como una opción viable en entornos con alta prevalencia de esta infección.
Sin embargo, la OMS ha advertido sobre restricciones importantes en su uso. La vacuna no debe administrarse a embarazadas ni a personas con inmunosupresión severa, incluyendo aquellas con un recuento de linfocitos CD4 inferior a 200 células/µl. Estas precauciones reflejan un enfoque basado en la evidencia para minimizar riesgos y maximizar beneficios en poblaciones vulnerables.
Recomendaciones y formación del personal de salud
El Comité Consultivo Mundial sobre Seguridad de las Vacunas de la OMS ha destacado la necesidad de formar al personal de salud en el uso adecuado de las agujas bifurcadas. Este enfoque busca evitar lesiones y reducir efectos adversos durante la administración de la vacuna.
“La capacitación del personal médico es clave para garantizar la seguridad en la aplicación de la LC16m8 y optimizar su impacto en las comunidades afectadas,” señala el informe de la OMS.
Innovación y respuesta rápida
La inclusión de la LC16m8 se suma a otras iniciativas de la OMS para ampliar el acceso a vacunas contra el mpox. En septiembre de 2024, la organización precalificó una vacuna basada en el virus modificado de la viruela vacunoide de Ankara, fabricada por Bavarian Nordic, ampliando sus indicaciones a personas mayores de 12 años.
Ambos procedimientos, la precalificación y la lista de uso en emergencias, permiten a la OMS evaluar la calidad, seguridad y eficacia de productos médicos en tiempo récord. Este enfoque es crucial para atender emergencias sanitarias globales, especialmente en países de ingresos bajos y medianos.
Un enfoque integral para combatir el mpox
La OMS enfatiza que las vacunas son solo una pieza de un rompecabezas más amplio. La lucha contra el mpox requiere una estrategia integral que abarque detección temprana, diagnóstico preciso, tratamiento, prevención y educación comunitaria. La participación activa de las comunidades afectadas es esencial para garantizar la sostenibilidad de las iniciativas de control.
A medida que el mpox continúa desafiando los sistemas de salud globales, la OMS reafirma su compromiso de colaborar con fabricantes, gobiernos y socios internacionales para garantizar el acceso a productos médicos que salvan vidas. La autorización de la LC16m8 marca un hito en este esfuerzo colectivo y ofrece una nueva esperanza para contener la propagación de esta enfermedad.
Con la aparición de nuevas cepas del virus y cambios en su comportamiento epidemiológico, la OMS insiste en la importancia de recopilar datos continuos sobre la eficacia y seguridad de las vacunas en diversos contextos. Esta información será fundamental para mejorar las estrategias globales de vacunación y adaptarlas a las necesidades emergentes.
La autorización de la vacuna LC16m8 no solo refuerza la respuesta inmediata al mpox, sino que también establece un precedente para la preparación frente a futuras emergencias de salud pública. La comunidad internacional tiene ahora un recurso adicional para proteger a las poblaciones más vulnerables y avanzar hacia un control efectivo de esta enfermedad.