La agente especial interventora de Nueva EPS, Gloria Libia Polanía Aguillón, envió un parte de tranquilidad a los más de 11 millones de afiliados de la entidad, tras el informe de la Contraloría General de la República que advierte sobre la situación financiera de la aseguradora más grande del país. “La salud de nuestros afiliados está asegurada. La investigación que adelantan los entes de control no afecta la continuidad de los servicios de salud que ofrecemos”, aseguró.
Polanía destacó que la intervención no se limita a medidas administrativas, sino que avanza en la estabilización de pagos y la reapertura de servicios que habían sido suspendidos. El propósito, según explicó, es garantizar que la operación de Nueva EPS se mantenga activa en todo el territorio nacional.
Estabilización de giros y reapertura de servicios
Desde la llegada del equipo interventor, la prioridad ha sido legalizar pagos pendientes a la red prestadora y reducir los riesgos de interrupción en la atención. Según cifras oficiales, entre agosto y lo corrido de septiembre se han girado 2,78 billones de pesos a hospitales y clínicas del país, con énfasis en departamentos donde se habían registrado cierres de servicios.
El plan permitió reabrir la atención en instituciones clave como la Fundación Valle del Lili, la SES de Caldas, Angiografía de Occidente, el Hospital Universitario Erasmo Meoz y el Hospital San Rafael, entre otros. Estos giros se enmarcan en el Plan de Estabilización de Giros a la Red Pública, que incrementó el porcentaje de postulaciones realizadas a 527 Empresas Sociales del Estado (ESE).
“Llegamos con el compromiso de desarrollar un trabajo de estabilización de pagos y la reapertura de servicios en la que hemos venido avanzando”, reiteró la interventora.
Herramientas de control financiero y protección de recursos
Uno de los ejes de la intervención es el fortalecimiento de los sistemas de información y control de recursos. Para ello, se implementó el sistema FACTRAMED, diseñado para el procesamiento y gestión de más de cinco millones de facturas mensuales que recibe la entidad.
El objetivo, según explicó la funcionaria, es garantizar que cada peso de los recursos públicos destinados a la salud tenga un uso correcto, evitando irregularidades y mejorando la trazabilidad de las cuentas médicas. “Con esta herramienta robusta podremos controlar de manera integral los recursos y proteger el financiamiento del sistema de salud”, precisó Polanía.
Trabajo articulado con prestadores públicos y privados
La agente interventora también destacó que los resultados alcanzados solo serán sostenibles si existe un compromiso conjunto con toda la red prestadora de servicios. En ese sentido, hizo un llamado tanto a hospitales públicos como a clínicas privadas para continuar trabajando en beneficio de los pacientes.
“Seguiremos en la búsqueda de la mejor salud para cada colombiano afiliado a Nueva EPS. Para ello, es clave el compromiso de toda la red de atención”, señaló. Además, insistió en que la operación de la EPS no se detiene y que la meta es mejorar progresivamente las condiciones de servicio y la expansión de la atención preventiva en territorios con baja cobertura.
Respuesta institucional frente a las advertencias
El mensaje de la interventora se da en medio de una coyuntura marcada por la advertencia de la Contraloría sobre la inviabilidad estructural de la entidad hacia finales de 2025, si no se aplican correctivos. Aunque el diagnóstico es preocupante, la directiva asegura que la intervención busca revertir el deterioro y consolidar un modelo de operación que permita garantizar la sostenibilidad.
Polanía recordó que el plan de trabajo responde a las medidas cautelares ordenadas por la Superintendencia Nacional de Salud, que incluyen la legalización de pagos, la protección de recursos y el fortalecimiento de los procesos internos de control. “Nuestro deber es cumplir con la misión institucional de cuidar y preservar la salud de nuestros afiliados”, enfatizó.
Llamado a la corresponsabilidad territorial
En su declaración, la funcionaria a su vez extendió la invitación a municipios, departamentos y comunidades en general a sumarse a los esfuerzos por consolidar el modelo de atención. Para Polanía, la transformación del sistema de salud no depende solo de las medidas adoptadas por la intervención, sino también de la articulación con las autoridades locales.
“El reto es cumplir con la promesa de brindar una atención digna, oportuna y de calidad. Esto requiere un esfuerzo colectivo y una corresponsabilidad de todos los actores”, concluyó.
Entre la incertidumbre y la búsqueda de estabilidad
La situación de Nueva EPS continúa siendo uno de los mayores desafíos para el sistema de salud colombiano. Con más de 11 millones de afiliados, equivalente a casi una cuarta parte de la población, la viabilidad de la entidad resulta crítica para la estabilidad del modelo de aseguramiento.
Aunque las medidas de intervención han mostrado avances iniciales en términos de giros y reapertura de servicios, el panorama financiero aún presenta riesgos significativos. La confianza en el futuro de la EPS dependerá de la capacidad de la intervención para mantener los pagos al día, garantizar la atención oportuna y consolidar los cambios estructurales que demanda el sistema.