En medio de un ambiente de debate nacional sobre el sistema de salud y del creciente escrutinio público hacia los actores del sector, Keralty dio a conocer una carta abierta dirigida a la opinión pública. El mensaje, firmado por el presidente Joseba Grajales, presentó un recuento de los hitos que, según la organización, definieron su presencia, su expansión y su relación con el país durante más de cuatro décadas.
La comunicación abrió recordando que la llegada de la organización ocurrió “hace más de cuarenta años”, en una época en la que “la inmensa mayoría de los colombianos de hoy ni siquiera habían nacido”. Desde ese primer momento, afirmó que había trabajado con la intención de “quedarse”, “servir”, “cuidar” y “construir”. También precisó que su instalación no había sido “de paso”, sino parte de un proyecto de permanencia orientado a desarrollar infraestructura y servicios en un contexto de transformación e incertidumbre nacional.
¿Qué hechos históricos resaltó Keralty sobre su llegada y consolidación en Colombia?
La organización aseguró que su crecimiento no provino de ventajas heredadas, sino de “trabajo, sacrificio y convicción”. Señaló que, cuando inició actividades, ya generaba empleo, abría clínicas y asumía compromisos de continuidad en el territorio, mientras la mayoría de los colombianos actuales aún no había nacido.
A lo largo de su trayectoria, indicó que había invertido tempranamente en ciencia, innovación y tecnología “incluso cuando no era tendencia hacerlo”. Detalló la creación de universidades, clínicas generales e infantiles, centros de atención primaria, servicios especializados en salud mental, laboratorios y programas de formación de médicos familiares. También mencionó instituciones “para los olvidados” y proyectos establecidos en zonas donde “antes no había nada”.
La comunicación destacó que, durante pandemias y crisis, la red de servicios permaneció operativa, y afirmó que esa conducta se había basado en atender al país “como quien atiende a su propia familia”.
¿Qué cifras y aportes institucionales mencionó la organización?
Keralty indicó que millones de personas habían recibido atención en su red asistencial a lo largo de cuatro décadas. Añadió que “decenas de miles de familias se sostienen hoy con empleos dignos generados por nuestra organización”, como parte del impacto laboral que atribuía a su operación.
Uno de los datos más relevantes fue el número de nacimientos registrados en sus centros: “casi un millón de colombianos”. Esta cifra fue descrita como “un millón de primeros llantos”, “un millón de nuevos respiros” y “un millón de esperanzas”, subrayando que ese primer respiro “no pregunta quién es el dueño de la clínica ni de dónde vino el capital”.
La comunicación indicó además que la institución había cumplido con el pago de impuestos “de manera ejemplar” durante su permanencia y que su presencia se había sostenido sin interrupciones desde su llegada.
Keralty reafirmó su identidad institucional y su visión de pertenencia
En el texto se afirmó que, a pesar de las críticas públicas expresadas en distintos momentos, la entidad había atendido a quienes solicitaron sus servicios sin discriminación. La organización sostuvo que “nuestra vocación no depende del discurso de turno” y que el cuidado representaba un deber moral.
La comunicación insistió en que su relación con Colombia se había construido con hechos. Al respecto, expresó que “si ser colombiano significa amar, crear, proteger, servir y respetar esta tierra, entonces hemos sido colombianos desde el primer día”. También aseguró que cada acción estaba respaldada por evidencia interna, indicando que todo lo expuesto “está documentado”.
En la parte final, la organización señaló que no buscaba “privilegios ni aplausos”, sino que “la verdad prevalezca sobre el populismo”, y resumió su historia como más de cuatro décadas “sirviendo, cuidando, formando, generando empleo, innovando, pagando impuestos y trayendo vida al mundo”, y afirmó que ya no se consideraba visitante, sino “familia”.
