Investigadores suizos logran que un hombre con enfermedad de Parkinson avanzada recupere casi por completo su capacidad para caminar. Este hito para la medicina se alcanzó con la implantación de electrodos en su médula espinal, un mecanismo innovador (neuroprótesis) que se suma a otras herramientas diseñadas para ayudar a personas parapléjicas a recuperar la movilidad.
La neuroprótesis fue testeada en primates antes de ser implantada en el primer ser humano. Se trata de Marc Gauthier, un ciudadano francés de 62 años, diagnosticado con párkinson desde hace tres décadas y que, como suele ocurrir con el 90% de afectados, ha tenido dificultades para caminar. A medida que la enfermedad progresa, la comunicación entre el cerebro y la médula espinal se debilita o desaparece, debido a la pérdida gradual de las neuronas que generan el neurotransmisor dopamina.
Por tanto, la neuroprótesis no sólo tiene que enviar estímulos eléctricos para impulsar la marcha, sino también asumir el papel del cerebro sincronizando adecuadamente la estimulación, de modo que los movimientos resultantes correspondan a los deseos del paciente.
“Esta podría ser una tecnología que cambie el juego para ayudar a restaurar el movimiento en personas con Parkinson avanzado”, dijo David Dexter, director de investigación de Parkinson’s UK, enfatizando que el procedimiento es invasivo y que se necesitaba más investigación al respecto.
La experiencia de Marc tras la implantación de la neuroprótesis
Tras el estudio publicado en la revista Nature, Marc fue entrevistado para conocer su experiencia después de la implantación de este sistema. El paciente destacó que, aunque puede caminar con más fácilidad, todavía requiere gran concentración a la hora de sortear obstáculos como subir escaleras. “Ahora puedo caminar de un punto a otro sin preocuparme de cómo voy a llegar”, dijo. “Puedo salir a pasear, ir de compras solo… puedo hacer lo que quiera”, añadió.
Los investigadores destacan que uno de los hallazgos es la interacción directa de la neuroprótesis con la estimulación cerebral profunda del núcleo subtalámico y las terapias de sustitución dopaminérgica. De esta manera, se regula la asimetría, favorece el hacer pasos más largos, mejorar el equilibrio y reducir la congelación de la marcha. Esta neuroprótesis abre nuevas perspectivas para reducir la severidad de los déficits locomotores en personas con la enfermedad de Parkinson.
El equipo suizo ha ampliado su experimento a un grupo de seis pacientes de Parkinson, con el objetivo de saber cómo podría ayudar a otros, dado que la enfermedad afecta a las personas de distintas maneras.