Un nuevo tipo de radiofármaco fue puesto a disposición de hospitales mexicanos gracias al desarrollo de la Universidad Autónoma de México -UNAM-. Este nuevo medicamento tendría la facultad de detectar tumores neuroendocrinos, que suelen afectar órganos como el páncreas, el intestino o el apéndice.
Recordemos, que los tumores neuroendocrinos son cánceres que nacen desde las denominadas células neuroendocrinas, éstas poseen rasgos similares a las células nerviosas y a las células productoras de hormonas, sin embargo, los tumores neuroendocrinos son muy poco frecuentes pero pueden aparecer casi en cualquier parte del cuerpo, estos suelen detectarse por medio de tomografías de emisión de positrones. En México aparecen mayormente en los pulmones, el intestino delgado y el recto.
Teniendo en cuenta estos datos, y la limitada cantidad de opciones para detectar este tipo de tumores la UNAM a través de la Unidad de Radiofarmacia-Ciclotrón -URC- de la Facultad de Medicina desarrolló el radiofármaco con el propósito de reducir la espera de los pacientes que necesitan un diagnostico, además, esta unidad de la UNAM es la única con autorización del Gobierno mexicano para producir radiofármacos encaminados al tratamiento del cáncer.
Desde el inicio de sus operaciones la URC es precursora en México en la introducción de la radiofarmacia desde el comienzo de los 2000 y aún sigue marcando el rumbo hacia dónde se dirigirán los estudios de diagnóstico en los centros, al proveer radiofármacos dirigidos a blancos moleculares específicos.
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Desarrollo del radiofármaco
Para crear este medicamento se usa una molécula base (octreótido) que se adhiere a un átomo radioactivo. Usualmente el átomo empleado es Galio 68, el cual se obtiene mediante de la importación de Germanio 68. Este es un proceso muy costoso, y el compuesto solo tiene una vida media de 68 horas por lo que debe ser usado con inmediatez.
“Este es un isótopo radioactivo, pero nosotros no lo producimos directamente, lo que hacemos es importar un generador de germanio 68 a galio 68 que, una vez en el laboratorio, tiene una vida útil de seis meses, y podemos hacer al día tres o cuatro dosis y, conforme pasan los meses, decae y pasamos a producir uno” explica Miguel Ángel Ávila Rodríguez, titular de la Unidad de Radiofarmacia-Ciclotrón.
No obstante, gracias a la incursión de la UNAM, México puede crear localmente el radiofármaco y evitar los costos de exportación, por lo que los científicos esperan incrementar la producción de dosis para la atención de más pacientes. Ávila señala que actualmente están en condiciones de producir entre 10 a 15 unidosis semanales.
“a la hora que tengamos más disponibilidad esperamos que en la misma medida tengamos más demanda y tal vez llegar a duplicar o triplicar las dosis que ofrece la unidad.” concluye Ávila.
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