La linaclotida es un medicamento comúnmente usado para tratar el síndrome de colon irritable con estreñimiento, sin embargo, un hallazgo científico del Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (Ciberobn) en España demuestra que también es efectivo en las terapias antiobesidad.
El medicamento funciona gracias a que aumenta el gasto energético y en consecuencia aumenta la pérdida de peso. La administración de este medicamento por vía oral en modelos animales activa la grasa parda, aumentando el gasto energético y la pérdida de peso sin restringir la ingesta de alimentos.
El hallazgo que se publicó en la revista científica Neuroendocrinology explica que el fármaco activa la misma vía de señalización que una sustancia producida de forma natural por el intestino humano, la uroguanilina. Cabe resaltar, que estudios anteriores ya habían evidenciado que la administración de uroguanilina en el cerebro de animales obesos activa la grasa parda.
Recordemos, que la grasa parda es un tipo especial de grasa corporal que se activa cuando el cuerpo se enfría, ésta produce calor para ayudar a mantener la temperatura corporal en condiciones de baja temperatura. Además, ha sido objeto de varios estudios científicos debido a que parece ser capaz de usar grasa corporal regular como energía, lo que sugiere su potencial para la pérdida de peso.
“La mayor limitación de estos trabajos precedentes venía dada porque la administración cerebral no es una opción válida en humanos. Lo que ahora hemos descrito es que el fármaco linaclotida administrado de forma oral activa un mecanismo en el cerebro que provoca la pérdida de peso en modelos preclínicos obesos (roedores) sin afectar a la ingesta de alimentos”, añade Luisa María Seoane, directora de la investigación.
Finalmente, es preciso reiterar que este medicamento solo se ha probado en ratones y sus efectos a largo plazo no han sido corroborados en pacientes. De llegarse a demostrar el efecto beneficioso del Linaclotide sobre la pérdida de peso en seres humanos, el medicamentos podría autorizarse para un segundo uso, diferente al tratamiento del síndrome de colon irritable, ampliando sus posibilidades terapéuticas al campo de la obesidad y enfermedades asociadas.
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