Con una inversión de 3.000 millones de dólares, Eli Lilly ampliará su planta en el condado de Kenosha, Wisconsin, adquirida a principios de este año. La expansión estará destinada a la producción de medicamentos inyectables, incluyendo Zepbound y Mounjaro, dos de sus productos más destacados para tratar la diabetes y la pérdida de peso. Según Edgardo Hernández, director de operaciones de fabricación, esta inversión representa “la mayor expansión manufacturera de Lilly en Estados Unidos fuera de Indiana”.
El proyecto incluye la compra de terrenos adicionales y un almacén contiguo, lo que permitirá a la planta sumar 750 nuevos empleados a su equipo actual de 100 personas. Además, se espera que 2.000 trabajadores participen en la construcción de las instalaciones, reforzando la capacidad de Lilly para responder a la creciente demanda de estos tratamientos.
Eli Lilly está llevando a cabo una iniciativa de fabricación sin precedentes, comprometiendo 23.000 millones de dólares desde 2020 para aumentar su capacidad de producción de medicamentos. Este impulso responde a la creciente popularidad de los medicamentos GLP-1, como Zepbound y Mounjaro, aprobados para tratar la diabetes y la obesidad, y actualmente en evaluación para abordar otras afecciones de salud relacionadas. Los analistas de Wall Street proyectan que este mercado podría superar los 100.000 millones de dólares anuales en la próxima década, consolidando estas terapias como un eje fundamental en el tratamiento de enfermedades metabólicas.
La elevada demanda de medicamentos GLP-1 no solo ha beneficiado a Eli Lilly, sino también a su competidor Novo Nordisk, fabricante de Wegovy y Ozempic. Ambas compañías enfrentan una oferta insuficiente que ha generado escasez global. Para mitigar esta situación, Novo Nordisk ha realizado significativas inversiones, incluyendo la adquisición de tres instalaciones de Catalent por 16.500 millones de dólares a través de su accionista mayoritario, Novo Holdings. También destinó 4.100 millones de dólares a una nueva planta en Carolina del Norte y adquirió otra en la República Checa.
¿Lilly afectada por dilemas regulatorios en Estados Unidos?
La escasez de estas terapias ha abierto un espacio para que otros fabricantes produzcan versiones imitadas, lo que ha desencadenado una disputa legal entre Eli Lilly, Novo Nordisk y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). Este conflicto destaca los retos regulatorios y de mercado que enfrentan ambas compañías para proteger sus innovaciones en un entorno de alta competitividad y demanda.
La batalla legal por las versiones imitadas de medicamentos GLP-1 continuará en los tribunales el próximo 19 de diciembre, cuando Lilly, Novo y la FDA se enfrenten nuevamente. Este proceso subraya no solo la complejidad del panorama de fabricación y distribución, sino también la importancia estratégica de estas terapias en el futuro del tratamiento de enfermedades crónicas a nivel global.