En el marco de la conmemoración global, la Secretaría Distrital de Salud (SDS) reiteró que el lavado de manos con agua y jabón sigue siendo una de las medidas más eficaces y accesibles para prevenir infecciones. En Bogotá, la Secretaría Distrital de Salud lidera esta jornada bajo el lema “Más Bienestar empieza por tus manos”, promoviendo una cultura de autocuidado que salva vidas y reduce la carga de enfermedades prevenibles.
“El lavado de manos es una de las medidas más efectivas y económicas para evitar contagios. Realizar este hábito cotidiano es apostarle al bienestar de toda la ciudad”, afirmó Mary Luz Gómez, subdirectora del Laboratorio de Salud Pública.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el simple acto de lavarse las manos correctamente puede prevenir una de cada tres enfermedades diarreicas y una de cada cinco infecciones respiratorias, incluyendo el resfriado común, la gripe o incluso el COVID-19.
Estos datos reflejan el impacto de una práctica básica en la reducción de enfermedades transmisibles y en la sostenibilidad del sistema sanitario. La promoción constante de este hábito se convierte, por tanto, en un eje estratégico de las políticas públicas de prevención en salud.
Momentos clave para el lavado de manos
La Secretaría Distrital de Salud ha recordado que no basta con lavarse las manos ocasionalmente: el impacto preventivo se logra cuando se realiza en los momentos adecuados y con la técnica correcta.
Los momentos críticos incluyen:
- Cuando las manos están visiblemente sucias.
- Antes de comer o preparar alimentos.
- Antes de tocarse la cara, los ojos, la nariz o la boca.
- Después de ir al baño.
- Al llegar de la calle o tras tocar superficies de uso común (puertas, mesas, pantallas, carritos de compras, surtidores de gasolina).
- Después de sonarse la nariz, toser o estornudar.
- Al manipular la mascarilla o tapabocas.
- Al cambiar pañales o cuidar personas enfermas.
- Después de tocar animales o mascotas.
Estas acciones forman parte de la estrategia de “MAS Bienestar”, con la que el Distrito busca fomentar una ciudadanía consciente de que la prevención comienza en las manos. El mensaje central apunta a que el bienestar colectivo depende del compromiso individual con los hábitos de higiene personal.
La técnica correcta: 40 segundos que salvan vidas
El lavado de manos debe realizarse de forma adecuada para garantizar su efectividad. La OMS recomienda una duración mínima de 40 segundos y seguir una secuencia técnica que asegure la eliminación de microorganismos.

Adoptar esta práctica no solo disminuye la transmisión de patógenos, sino que también representa un acto de respeto hacia los demás, al reducir el riesgo de contagio en espacios compartidos como colegios, hospitales, oficinas o transporte público.
Prevención y cultura del autocuidado: una política de ciudad
El Distrito Capital ha priorizado las estrategias de educación en salud como parte de su política de promoción del bienestar colectivo. Desde los entornos escolares hasta los espacios laborales y comunitarios, se implementan campañas de sensibilización para que la ciudadanía incorpore hábitos de higiene y prevención de manera permanente.
Estas acciones se alinean con los objetivos globales de la OMS y la OPS, que promueven el enfoque preventivo y de autocuidado como pilares de los sistemas de salud sostenibles. La evidencia demuestra que los países que fortalecen la educación sanitaria y la prevención logran disminuir la presión hospitalaria, reducir los brotes infecciosos y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
El mensaje de la Secretaría Distrital de Salud, en consonancia con los lineamientos internacionales, es claro: el lavado de manos no debe ser visto como una práctica ocasional, sino como una responsabilidad diaria y colectiva.
Más bienestar empieza por las manos
El lema “MAS Bienestar empieza por tus manos” resume el enfoque integral del programa distrital: promover el autocuidado como base del bienestar común. Con campañas en medios, actividades pedagógicas en colegios y puntos de sensibilización en hospitales y estaciones de transporte, Bogotá refuerza la idea de que la prevención está al alcance de todos.
En el contexto pospandemia, el lavado de manos ha retomado su papel central como medida de protección transversal frente a enfermedades transmisibles. No requiere tecnología ni recursos costosos, pero su impacto en la salud pública es incuestionable.
“El bienestar colectivo empieza por las manos”, reitera la SDS en su mensaje institucional, subrayando que un gesto tan simple puede representar la diferencia entre la salud y la enfermedad.