La reforma a la salud en Colombia, que está actualmente en discusión en el Congreso, pone sobre la mesa temas cruciales como la gestión de medicamentos y tecnologías médicas. En este contexto, Claudia Patricia Vaca González, farmacoepidemióloga y directora del Centro de Pensamiento, Medicamentos, Información y Poder de la Universidad Nacional de Colombia, presenta una propuesta arriesgada y profunda para abordar la problemática de acceso, equidad y uso adecuado de medicamentos.
Vaca argumenta que, sin un cambio estructural significativo en la gobernanza y rectoría del sistema, cualquier intento de reforma quedará corto frente a las necesidades del país y las expectativas de la población sobre el derecho a la salud.
Ineficiencia y desigualdad en la gestión de medicamentos en la reforma a la salud
La exposición de motivos del Proyecto de Ley 312-2024, acumulado con el PL 135-2024, revela serias ineficiencias en la gestión de medicamentos en Colombia. De acuerdo con un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el país gasta porcentualmente más en medicamentos que otros países de la región, ejerciendo una presión considerable sobre el sistema de salud. Este gasto se ha triplicado entre 2010 y 2023, pasando de 6,9 billones de pesos a 24,7 billones de pesos.
De este monto, el 67% (alrededor de 17 billones de pesos) proviene de recursos públicos, lo cual representa un porcentaje considerablemente mayor que en países como Brasil, Chile o México. Esta cifra equivale al 20% del gasto total en salud y al 1% del Producto Interno Bruto (PIB) del país. Sin embargo, este desembolso no está garantizando el acceso equitativo a los medicamentos. Según la Encuesta de Calidad de Vida del DANE (2022), cerca del 40% de los encuestados, es decir, más de un millón de personas, no pudieron acceder a sus medicamentos. La situación es aún más crítica en regiones como la Orinoquía y la Amazonía, donde esta cifra supera el 60%.
Claudia Vaca destaca que estas inequidades en el acceso están relacionadas con las tensiones financieras entre laboratorios farmacéuticos, Entidades Promotoras de Salud (EPS), gestores farmacéuticos y operadores logísticos, que dificultan una distribución adecuada y oportuna de medicamentos.
Una propuesta integral para la gobernanza y rectoría
La propuesta presentada por Vaca busca una reorganización profunda de la rectoría y gobernanza del sistema de salud, con el fin de alinear la oferta de medicamentos con los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo (Ley 2294 de 2023) y la política de reindustrialización (Conpes 4129 de 2023). Esta reorganización implica dos objetivos principales: 1) resolver las inequidades en el acceso y garantizar la disponibilidad de medicamentos esenciales, y 2) incidir en el uso y la prescripción de medicamentos para maximizar los resultados de salud al menor costo posible.
Según Vaca, el artículo 23 de la Ley Estatutaria de Salud asigna al Gobierno la responsabilidad de establecer una política farmacéutica programática e integral que considere los criterios de necesidad, calidad, costo, efectividad, suficiencia y oportunidad. Sin embargo, aún falta una articulación efectiva entre las instituciones responsables de la evaluación de tecnologías médicas, como el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA) y el Instituto de Evaluación Tecnológica en Salud (IETS).
Vaca sugiere la creación de un comité de evaluación de tecnologías para el acceso y los resultados en salud, que articularía formalmente al IETS y al INVIMA, y reportaría sus hallazgos al Consejo Nacional de Salud y a los Consejos Territoriales. Este comité también se coordinaría con la Comisión Nacional de Precios de Medicamentos y Dispositivos Médicos, buscando hacer más eficaz la política farmacéutica del país.
Monitoreo y evaluación constante
Una de las propuestas clave de Vaca es la implementación de un monitoreo constante del acceso a medicamentos y tecnologías médicas. El comité de evaluación de tecnologías tendría funciones como:
- Monitoreo trimestral del acceso efectivo a medicamentos y tecnologías médicas a través de encuestas representativas.
- Monitoreo trimestral del gasto en medicamentos por grupos terapéuticos y por moléculas, tanto a nivel nacional como territorial.
- Monitoreo trimestral de la disponibilidad, escasez o desabastecimiento de medicamentos en el país.
- Publicación semestral de un informe sobre los nuevos medicamentos registrados, así como la regulación de precios antes de su comercialización.
- Propuesta de medicamentos esenciales a nivel nacional y territorial, para asegurar su disponibilidad y uso adecuado.
- Realización de encuestas sobre falta de adherencia al tratamiento, desperdicios en hogares y producción, así como valoración del impacto ambiental de estos residuos.
El financiamiento de este comité se garantizaría con recursos del sistema de salud y con fuentes adicionales como impuestos saludables. La idea es que el monitoreo y la evaluación continua permitan identificar cuellos de botella y aplicar medidas correctivas a tiempo, para evitar desabastecimientos y optimizar los recursos disponibles.
Llamado a una reforma más arriesgada
Claudia Vaca sostiene que la propuesta de reforma del gobierno, aunque incluye ciertos elementos para mejorar la gestión de medicamentos, no aborda de manera suficiente la complejidad del problema. “El gasto farmacéutico es un componente esencial de la salud pública, y su correcta gestión no se puede limitar solo a buscar precios más bajos. Es necesario un enfoque integral que garantice el acceso equitativo a medicamentos, la regulación efectiva de precios y la promoción de un uso adecuado de las tecnologías médicas”, asegura Vaca.
Implementar una reforma con estos componentes podría no solo mejorar la eficiencia del sistema, sino también asegurar que los recursos destinados a medicamentos se usen de la mejor manera posible, siempre orientados al bienestar común. La articulación de diferentes actores, como el INVIMA, el IETS y la Comisión de Precios, sería crucial para alinear políticas, mejorar la gobernanza y garantizar que las decisiones se tomen en función de los mejores intereses de la población.
En definitiva, la propuesta de Claudia Vaca invita a asumir riesgos y a adoptar medidas más audaces en la reforma al sistema de salud en Colombia, especialmente en el área de medicamentos y tecnologías médicas. Las soluciones planteadas hasta ahora son insuficientes para abordar la complejidad del problema y mejorar la equidad en el acceso a los servicios de salud.
Descargue la propuesta aquí