La epilepsia es uno de los trastornos neurológicos más comunes a nivel mundial, afectando a aproximadamente 50 millones de personas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta condición, caracterizada por crisis recurrentes debidas a una actividad eléctrica anormal en el cerebro, puede impactar gravemente la calidad de vida de los pacientes. Sin embargo, la OMS estima que hasta un 25% de los casos de epilepsia podrían prevenirse con medidas oportunas, mientras que un 70% de los pacientes podrían vivir sin convulsiones con un diagnóstico adecuado y un tratamiento oportuno.
Causas y factores de riesgo
La epilepsia puede manifestarse en cualquier etapa de la vida y sus causas pueden ser diversas. Entre los factores de riesgo se encuentran:
- Predisposición genética.
- Falta de control prenatal.
- Consumo de sustancias psicoactivas.
- Desnutrición.
- Infecciones neurológicas.
- Accidentes con traumatismo craneoencefálico.
De acuerdo con la doctora Laura Guío, neuropediatra y epileptóloga, directora médica de la Liga Central contra la Epilepsia de Bogotá, “un diagnóstico temprano facilita el control de la enfermedad y reduce el riesgo de complicaciones graves, como crisis prolongadas que pueden poner en peligro la vida del paciente”.
Diagnóstico y manejo terapéutico
La epilepsia se presenta de manera súbita y con síntomas variados, dependiendo de la región del cerebro afectada. Las manifestaciones pueden incluir alteraciones visuales, pérdida del control motor o crisis generalizadas con pérdida de la conciencia.
El doctor Camilo Espinosa-Jovel, neurólogo y epileptólogo, director del programa de epilepsia de la Subred Sur Occidente de Bogotá, enfatiza que “la mayoría de los pacientes con epilepsia pueden lograr un control adecuado con el uso crónico e ininterrumpido de medicamentos anticonvulsivos. Además, la adopción de hábitos saludables como un buen patrón de sueño, alimentación balanceada y reducción del estrés contribuye a mejorar su calidad de vida”.
El diagnóstico oportuno y el tratamiento adecuado pueden marcar la diferencia en el manejo de esta enfermedad, evitando complicaciones como fracturas, quemaduras o traumatismos craneoencefálicos provocados por caídas durante las crisis.
Impacto social y estigmatización
A pesar de los avances en su manejo, la epilepsia sigue rodeada de mitos y estigmatización, lo que genera barreras sociales, laborales y educativas para los pacientes. Según la OMS, este trastorno representa el 0,5% de la carga mundial de morbilidad, lo que implica un alto impacto en la calidad de vida de los afectados.
El doctor Espinosa-Jovel subraya la importancia de un enfoque integral: “Los pacientes con epilepsia necesitan una red de apoyo social y familiar que reduzca el estigma y fomente la inclusión. La educación sobre la enfermedad es clave para garantizar un entorno seguro en ámbitos académicos, laborales y comunitarios”.
Plan de acción mundial para la epilepsia 2022-2031
En mayo de 2022, la OMS aprobó el Plan de Acción Mundial Intersectorial sobre la Epilepsia y Otros Trastornos Neurológicos 2022-2031, cuyo objetivo es mejorar el acceso al tratamiento y la calidad de vida de las personas con epilepsia. Dentro de las metas establecidas para 2031, se destacan:
- Aumento del 50% en la cobertura de servicios de salud para epilepsia en comparación con 2021.
- El 80% de los países habrán actualizado su legislación para proteger los derechos de las personas con epilepsia.
Este plan busca garantizar que los sistemas de salud prioricen la detección, el tratamiento y la inclusión social de los pacientes con epilepsia.
Manejo de una crisis epiléptica: protocolo de actuación
El doctor Espinosa-Jovel recomienda seguir estos pasos cuando una persona presente una crisis convulsiva:
- Proteger la cabeza con un objeto blando para evitar lesiones.
- Girar a la persona de medio lado para evitar la asfixia.
- No intentar detener los movimientos ni introducir objetos en la boca.
- Retirar objetos peligrosos cercanos y aflojar la ropa ajustada.
- Medir el tiempo de la crisis: Si dura más de 5 minutos o se presentan múltiples episodios sin recuperación completa entre ellos, se debe acudir inmediatamente a urgencias.
Se recomienda buscar atención médica inmediata si es la primera crisis de la persona, si hubo un trauma severo, si la persona está embarazada o si la crisis ocurre junto con fiebre y malestar general.