Los fármacos antivirales eficaces son esquivos para muchas infecciones causadas por virus y con la aparición del Sars-CoV-2 y el covid-19, la afirmación ha cobrado mucho más sentido. Esto ha sido un factor determinante para diseñar métodos novedosos que permitan combatir las infecciones virales aprovechando las nuevas tecnologías.
Por ejemplo, en la Universidad Tecnológica de Munich en colaboración con otras instituciones, un grupo investigador creó un tipo de de tecnología antiviral que no depende de inhibidores virales de moléculas pequeñas sino que emplea una trampa viral de tamaño nanométrico. Así, se inmovilizan y engullen las partículas virales dentro del organismo sin que participe ninguna sustancia farmacológica.
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Como explicaron los creadores, la trampa viral aglutina partículas víricas y las convierte en inofensivas para el organismo. La técnica se basa en el origami de ADN para crear nanocápsulas huecas autoensambladas, revestidas con moléculas que se unen a los virus e impiden su salida. Con la pandemia, este tipo de tecnologías deberían ser muy bienvenidas para el futuro.
El éxito de esta técnica se debe en parte a la comprensión del organismo de los virus y bacterias. Los virus, contrario a otros patógenos, no tienen su propio metabolismo, por lo que los fármacos antivirales se dirigen casi siempre contra una enzima específica, labor que toma una gran cantidad de tiempo. Ahora bien, si se puede usar la idea de eliminación de los virus de forma mecánica, sería un avance científico emergente pero aplicable a corto plazo, considerando que surgen nuevos virus todos los días.
Así funciona la técnica del origami de ADN contra virus
La tecnología utiliza el ADN para formar los bloques de construcción de la estructura trampa, pero como el ADN es bastante frágil dentro del cuerpo, los investigadores utilizaron luz ultravioleta y polietilenglicol para estabilizar el material antes de utilizarlo. Luego de este procedimiento, las estructuras permanecieron estables en un tiempo de 24 horas. La comprobación se llevó a cabo en el suero sanguíneo de modelos animales.
La estructura está compuesta por placas triangulares en 3D que pueden encajarse entre sí. Los investigadores comentaron al portal web Medgadget que esta tecnología permite programar la forma y el tamaño de los objetos deseados utilizando la forma exacta de las placas triangulares. Hoy en día, este método tiene la capacidad de producir objetos con hasta 180 subunidades y lograr rendimientos de hasta el 95% en la captura de virus.
“Incluso una simple media cáscara del tamaño adecuado muestra una reducción medible de la actividad del virus”, dice Hendrik Dietz, uno de los líderes de este proceso. “Si ponemos cinco sitios de unión para el virus en el interior, por ejemplo anticuerpos adecuados, ya podemos bloquear el virus en un 80 por ciento, si incorporamos más, logramos el bloqueo completo”, aseguró el investigador en un comunicado oficial.
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