El Hospital Universitario Erasmo Meoz (HUEM) de Cúcuta informó que su servicio de urgencias opera al 344% de su capacidad, un nivel de saturación que refleja la gravedad de la crisis asistencial que atraviesa Norte de Santander. La sobrecarga se originó tras la suspensión de servicios a usuarios de Nueva EPS en diversas instituciones privadas debido a millonarias deudas, lo que dejó al HUEM como el único prestador en el departamento que continúa atendiendo de manera regular a esta población. La situación mantiene en alerta a la red pública y exige medidas inmediatas para garantizar la continuidad de la atención.
Un servicio de urgencias desbordado: el HUEM soporta la carga total de Nueva EPS
La información oficial suministrada por la institución confirma que la demanda supera ampliamente la capacidad instalada. “Tenemos una capacidad, un porcentaje de capacidad de urgencias de un 344%. Como pueden ver es demasiado, el hospital está totalmente colapsado”, señaló el gerente del HUEM, Hernando Mora.
El incremento abrupto de pacientes se produjo tras el anuncio de varias clínicas del departamento de que no continuarían prestando servicios a afiliados de Nueva EPS debido al incumplimiento de pagos. El traslado inmediato de estos usuarios hacia el hospital público incrementó la presión en un servicio que, incluso en condiciones habituales, opera con altos niveles de demanda.
La acumulación de consultas no vitales, prioridades intermedias y patologías crónicas sin posibilidad de atención extramural agravó la congestión asistencial y aumentó los riesgos operativos para el talento humano en salud.
Colapso en otros servicios: la suspensión privada trasladó la carga al hospital público
El impacto no se limita al área de urgencias. “De igual manera tenemos todos los servicios hoy colapsados debido a que las clínicas cierran servicios y lógicamente todo nos llega al hospital”, explicó Herrando Mora.
Esto ha generado congestión en hospitalización, tránsito asistencial, pediatría, consulta prioritaria y servicios diagnósticos. Ante este panorama, el HUEM ha debido reorganizar turnos, redistribuir personal y adecuar espacios internos para atender la demanda, aunque la capacidad actual es insuficiente para manejar el volumen de usuarios que se presenta a diario.
Como institución universitaria y de referencia, el HUEM está absorbiendo la carga asistencial derivada de la restricción de servicios en gran parte del departamento.
Gestión administrativa dificultada por los cambios en la intervención de Nueva EPS
El hospital también advirtió que la ausencia de continuidad administrativa en la EPS complica la gestión de la crisis. Lo más preocupante, dijo el gerente, son “los cambios permanentes de interventores, que automáticamente los cambian y se pierde toda la gestión”.
La rotación constante en la interventoría limita la posibilidad de establecer interlocución estable, revisar cartera, acordar pagos y garantizar el flujo de recursos hacia los prestadores. Esto afecta la planificación hospitalaria, la programación de insumos y la estabilidad operativa de servicios que dependen de financiamiento continuo.
Un solo hospital para toda la región: impacto en Norte de Santander
De acuerdo con la información oficial disponible, el HUEM es la única institución del departamento que continúa atendiendo a los usuarios de Nueva EPS. Al mismo tiempo, clínicas privadas y los hospitales de Ocaña y Pamplona han restringido la atención exclusivamente a urgencias vitales mientras persista la deuda con la EPS.
Esta situación genera:
- Congestión permanente en urgencias y áreas críticas.
- Mayor exigencia operacional para los equipos asistenciales.
- Presión creciente sobre insumos, medicamentos y equipos.
El flujo extraordinario de usuarios ha profundizado las dificultades estructurales del hospital público, que funciona hoy como el único punto de acceso real para los afiliados de Nueva EPS en la región.
Un problema derivado de deudas millonarias y riesgo para la continuidad del servicio
Las instituciones que suspendieron la atención han señalado que las millonarias deudas acumuladas por Nueva EPS impiden garantizar la operación de servicios y el pago de proveedores, lo que dio origen a las restricciones asistenciales que afectan al departamento.
En este contexto, el HUEM recibe la carga de una situación financiera que no depende de su gestión interna, pero que tiene efectos directos sobre su operación diaria y su capacidad para sostener los servicios esenciales. La demanda creciente y la falta de flujo financiero para la red privada incrementan el riesgo de nuevas afectaciones en la continuidad del servicio.
La congestión hospitalaria mantiene en alerta a la red pública
El HUEM continúa operando por encima de sus capacidades reales mientras se evalúan alternativas institucionales que permitan evitar una interrupción en la atención. La situación descrita requiere la acción inmediata de las autoridades sanitarias nacionales y territoriales, con el fin de asegurar apoyo operativo y financiero, reactivar la red privada y mejorar la distribución de la demanda en el departamento.
Hasta que estas decisiones se concreten, el hospital seguirá absorbiendo la totalidad de la atención a los usuarios de Nueva EPS en Norte de Santander, manteniendo a la red pública bajo una presión sostenida y en un estado de alerta permanente.

