El Gobierno Nacional inauguró en Simití (Bolívar) el Hospital San Antonio de Padua, el primer hospital público de la Costa Caribe que genera el 100 % de su energía mediante sistemas fotovoltáicos. Esta obra marca un precedente en la infraestructura de salud sostenible, al combinar eficiencia energética, ahorro operativo y reducción de emisiones sin sacrificar la calidad del servicio.
Un hito en sostenibilidad energética para la salud pública
El Hospital San Antonio de Padua, ubicado en el municipio de Simití, Bolívar, se convierte en el primer centro hospitalario público autosostenible de la Costa Caribe y el segundo del país, tras la experiencia piloto en Huila. Con una capacidad instalada de 230 kWp en paneles solares fotovoltaicos, el hospital produce aproximadamente 268.142 kWh al año. A esta generación se suman 32.652 kWh adicionales gracias a mejoras en iluminación y climatización, lo que resulta en un ahorro total de 300.794 kWh anuales, cubriendo la totalidad de su demanda eléctrica.
Este proyecto forma parte del programa Colombia Solar, liderado por el Ministerio de Minas y Energía y ejecutado por el Fondo de Energías No Convencionales y Gestión Eficiente de la Energía (FENOGE), con una inversión de $3.152 millones. “Proyectos como este materializan la visión del Gobierno del Cambio de transformar a Colombia en una nación impulsada por energías limpias, llevando soluciones reales a territorios históricamente excluidos”, afirmó Edwin Palma Egea, ministro de Minas y Energía.
Eficiencia y ahorro: cifras y beneficios
El sistema solar instalado permite al Hospital San Antonio de Padua dejar de adquirir energía de la red convencional, lo que se traduce en un ahorro anual estimado de $284 millones de pesos. La modernización incluye la renovación de luminarias LED, equipos de refrigeración para conservación de vacunas y climatización eficiente, además de la capacitación del personal en operación y mantenimiento del sistema fotovoltaico.
Este modelo de eficiencia energética no solo reduce costos, sino que libera recursos que pueden destinarse a insumos médicos, mejoras de infraestructura o contrataciones de personal, elevando la calidad del servicio y la capacidad de respuesta ante atención en urgencias y otras necesidades clínicas.
Impacto social y ambiental
Más de 22.000 personas entre pacientes, familiares, profesionales de la salud y personal administrativo se verán beneficiadas por esta transición energética. A nivel ambiental, el Hospital San Antonio de Padua evitará la emisión de 187,3 toneladas de CO₂ al año, equivalente a retirar de circulación 40 vehículos que recorren 15.000 km anuales.
La reducción de huella de carbono refuerza el compromiso con una Transición Energética Justa, concepto que busca democratizar el acceso a tecnologías limpias en todo el territorio nacional, mejorando la equidad en el acceso a servicios de salud sostenibles.
Capacitación y fortalecimiento institucional
Como parte de la entrega, FENOGE implementó un plan de formación para el personal del hospital, abarcando diagnóstico de fallas, monitoreo de generación y protocolos de seguridad. Esta transferencia de conocimiento garantiza la sostenibilidad operativa y empodera a la comunidad profesional local para replicar el modelo en otras instituciones.
Además, la experiencia generada servirá como caso de estudio en alianzas académicas y foros de gestión de salud pública, promoviendo la integración de criterios de sostenibilidad en la planificación de nuevas infraestructuras.
Perspectivas y réplicas futuras
El éxito del Hospital San Antonio de Padua en Simití se suma a las más de 25 instituciones de salud atendidas por FENOGE en el marco de Colombia Solar. La cartera ministerial proyecta extender este modelo a hospitales de mediana y gran escala, alineado con la meta nacional de alcanzar 6 GW de capacidad solar instalada en el sector público y social para 2030.
La combinación de inversiones en energías renovables, eficiencia energética y formación técnica promete mejorar la resiliencia de la red hospitalaria frente a variaciones de tarifas y garantizar la continuidad de la atención, incluso en contextos de emergencia.
