HoloSurge, un proyecto de e-health conformado por 14 líderes europeos, recibió una subvención por 8.9 millones de euros para desarrollar una tecnología que podría reducir complicaciones en cirugías. Se trata de una tecnología de hologramas de órganos diseñada por la empresa noruega HoloCare.
En la actualidad, HoloCare cuenta con plataformas interactivas que facilitan la planificación de cirugías. Los especialistas a cargo de la intervención tienen acceso a hologramas, casi individualizados según la condición del paciente. La tecnología ya ha sido implementada en cinco hospitales de Europa, entre ellos el Leeds Teaching Hospital Trust para operaciones de hígado.
Aunque su uso es una ‘prueba piloto’, se ha reportado una disminución del 74% en el tiempo necesario para alinear los órganos durante una intervención quirúrgica con las imágenes de realidad aumentada de HoloCare frente a las tomografías por resonancia magnética.
¿Cómo funciona esta tecnología de hologramas de órganos?
Basta contar con unas gafas de realidad aumentada, como las HoloLens de Microsoft para acceder a las herramientas de HoloSurge. Usándolas, los médicos a cargo de los procedimientos pueden ver un holograma en 3D del órgano de un paciente para planificar las operaciones con mayor eficacia y precisión. La tecnología brinda otras posibilidades como mover, girar, ampliar el holograma para revisar con detalle las zonas más afectadas.
Y si se usan auriculares, los especialistas a cargo de la cirugía pueden conectarse en remoto con otros colegas e interactuar con el holograma al mismo tiempo, incluso estando en la misma sala. HoloCare afirma que esto permite a los equipos multidisciplinares aprovechar los conocimientos de especialistas externos sobre posibles retos quirúrgicos, lo que mejora la toma de decisiones durante el proceso de planificación.
HoloCare afirma que la tecnología de hologramas de órganos mejorará significativamente tanto el proceso quirúrgico como la toma de decisiones antes de la intervención, reduciendo potencialmente las complicaciones. Esto incluye problemas como infecciones, hemorragias, daños en los órganos y muerte, que actualmente afectan al 48% de las operaciones de hígado y al 60% de las de páncreas.
