Una investigación cuyos hallazgos se publicaron en el Journal of the American Heart Association destacan que los adultos que beben excesivamente bebidas azucaradas tienen un riesgo mayor de desarrollar niveles anormales de colesterol y triglicéridos (hiperlipidemia) en comparación con los que rara vez consumían estas bebidas.
Los resultados muestran que los adultos que bebían una bebida azucarada diariamente durante el periodo de seguimiento (aproximadamente 4 años) tenían un 98% más probabilidades de tener niveles de colesterol bueno bajo, y un 53% más probabilidades de tener tasas de triglicérido altos.
El estudio, dirigido por científicos del Centro de Investigación sobre Envejecimiento Humano Jean Mayer USDA en la Universidad de Tufts (HNRCA) muestra además que los resultados se mantienen iguales incluso durante un periodo de seguimiento más extenso.
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Recordemos, que el colesterol y los triglicéridos se miden a través de una prueba completa de lípidos, cuando alguno de los dos componentes muestra niveles anormales se habla de una hiperlipidemia o una dislipidemia, que afecta a más de la mitad de los adultos en Estados Unidos. Cuando los niveles de colesterol son altos al igual que los triglicéridos, las personas tienen mayor riesgo de desarrollar enfermedades coronarias.
“Los resultados sugieren que el alto consumo de bebidas con azúcar agregada, como refrescos, limonada o ponche de frutas, puede influir en el riesgo de hiperlipidemia a medida que envejecemos”, afirmó el autor , Nicola McKeown, epidemiólogo nutricional del HNRCA.
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Adicionalmente, el equipo estudio si este comportamiento se presentaba también con las bebidas que afirman ser 100% de futa y las denominadas dietéticas que suelen reemplazar las gaseosas, pero no se evidenciaron asociaciones consistentes con cambios en los niveles del colesterol, por lo que no se relacionaron con el desarrollo de hiperlipidemia, aunque los investigadores explican que es mejor evitar su consumo hasta que se hagan estudios más concluyentes.
Estudio sobre hiperlipidemia y bebidas azucaradas
“La investigación emergente sobre el consumo a largo plazo de refrescos dietéticos para la salud no es concluyente, por lo que es prudente decir que las bebidas dietéticas solo deberían ser una indulgencia ocasional”, destaca McKeown. Es preciso decir, que investigaciones anteriores ya habían relacionado el consumo de estas bebidas con el riesgo de aumento del colesterol malo, por lo que el equipo decidió indagar ente fenómeno analizando los datos de 5.900 voluntarios, a través e la aplicación de pruebas sanguíneas que median los niveles de colesterol y triglicéridos.
Con los resultados los participantes se clasificaron según los tipos la frecuencia con la que consumían bebidas azucaradas y se revisaban en intervalos de 4 años. En su análisis estadístico, los investigadores ajustaron otros factores que influyen en las concentraciones de colesterol y triglicéridos, como la obesidad, la calidad general de la dieta, la actividad física, la ingesta de alcohol y el uso de medicamentos para reducir el colesterol.
Finalmente, los científicos concluyen que aunque sus hallazgos son determinantes, hay limitaciones en el estudio como el uso de datos de alimentos autoinformados de cuestionarios de frecuencia de alimentos y la poca variedad racial y de edad de los participantes.
