La Gobernación del Atlántico intensificó sus acciones de inspección y vigilancia sanitaria con 2.498 visitas realizadas entre enero y agosto de 2025 en los 22 municipios del departamento. La campaña, liderada por la Subsecretaría de Salud Pública, busca garantizar la calidad de medicamentos, dispositivos médicos y sustancias sometidas a control especial, además de prevenir riesgos ambientales y de salud derivados del manejo inadecuado de fármacos posconsumo.
El Programa de Control de Medicamentos y Otras Tecnologías de Salud Pública articula esta estrategia con cuatro ejes principales: Inspección, Vigilancia y Control (IVC), farmacovigilancia, tecnovigilancia y la supervisión del Fondo Rotatorio de Estupefacientes (FRE). En total, se programan cerca de 3.000 visitas anuales a hospitales públicos, droguerías, establecimientos de IPS y EPS, mayoristas, tiendas naturistas, centros de estética y distribuidores de cosméticos, entre otros.
De acuerdo con el ingeniero sanitario Jorge Tafur, el manejo inadecuado de medicamentos caducados representa un riesgo ambiental y de salud pública: “todo residuo de medicamento es considerado peligroso, y al tirarlos a la basura llegan a los cuerpos de agua o quedan expuestos a cielo abierto, lo que genera contaminación ambiental asociada a factores de riesgo que hoy enferman a la población”.
La Gobernación también llamó a la ciudadanía a hacer uso de los Puntos Azules, habilitados para la disposición segura de medicamentos posconsumo, con el fin de evitar su uso indebido o su incorporación a canales ilícitos de falsificación.
Farmacovigilancia: seguimiento a medicamentos y vacunas
En visitas recientes a las Empresas Sociales del Estado (ESE) de Juan de Acosta y Polonuevo, se verificó la implementación de programas de farmacovigilancia y la correcta disposición de medicamentos.
El químico farmacéutico Cristian de la Rosa Cabrera explicó que todas las IPS con servicios farmacéuticos y de vacunación deben mantener activos sus programas de farmacovigilancia, articulados al Sistema Nacional de Vigilancia en Salud Pública (Sivigila) y a la plataforma VigiFlow.
Por su parte, Rafael Peralta Osorio, referente de farmacia del Hospital de Polonuevo, señaló que allí se realiza seguimiento permanente a las reacciones adversas de medicamentos, garantizando la detección y gestión oportuna de eventos relacionados con la seguridad del paciente.
Fondo Rotatorio de Estupefacientes: control a sustancias de uso especial
El FRE estableció como meta para 2025 la realización de 450 visitas de inspección y vigilancia a establecimientos que manejan medicamentos de control especial y sustancias sometidas a fiscalización. En la ESE Hospital de Baranoa, se verificó el cumplimiento normativo y se entregó el “sticker verde” del semáforo farmacéutico, que identifica a los establecimientos seguros.
Sergio Polo, auditor del FRE, explicó que la supervisión incluye la verificación de inventarios, la correspondencia con fórmulas médicas y la destrucción de fármacos vencidos bajo protocolos oficiales. “Estos medicamentos son de fiscalización y monopolio del Estado, ya que producen dependencia y/o adicción. El control evita que sean desviados hacia actos delictivos”, afirmó.
Tecnovigilancia: seguridad en dispositivos médicos y estética
La Tecnovigilancia, otro de los pilares de la campaña, tiene como objetivo asegurar la calidad y seguridad de los dispositivos médicos. Para 2025, se proyectan 678 visitas de inspección a IPS, 160 inspecciones a centros de estética en municipios de categorías 4, 5 y 6, y 100 asistencias técnicas en salas de belleza.
Estas acciones buscan prevenir incidentes asociados a dispositivos defectuosos, garantizar la aplicación de correctivos y fomentar la mejora continua en los servicios de salud.
Impacto en la salud pública y confianza ciudadana
La estrategia integral de inspección no solo apunta a fortalecer la seguridad de medicamentos y tecnologías en salud, sino también a generar confianza entre usuarios y profesionales. Casos como el de Pedro Molinares y Freddy Antonio Quintero, usuarios del hospital de Juan de Acosta, reflejan la percepción de la comunidad sobre la importancia de contar con mecanismos seguros para la disposición de medicinas vencidas y la prevención de riesgos en niños y familias.
La Secretaría de Salud del Atlántico ratificó que estas medidas continuarán de manera sostenida, con la meta de consolidar un sistema robusto de vigilancia sanitaria que proteja a la población y reduzca la exposición a medicamentos falsificados, automedicación y riesgos ambientales.