En un logro histórico que marca un importante avance en la lucha contra las enfermedades tropicales desatendidas, Brasil ha sido validado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por eliminar la filariasis linfática como problema de salud pública. Este acontecimiento no solo mejora la calidad de vida de miles de personas, sino que también demuestra el compromiso de Brasil con la salud pública global.
La filariasis linfática, también conocida como elefantiasis, es una enfermedad parasitaria debilitante transmitida por mosquitos. Esta enfermedad afecta el sistema linfático, provocando hinchazón severa y dolorosa, así como discapacidades físicas que marginan y estigmatizan a los pacientes. Los afectados, generalmente de comunidades vulnerables, padecen linfedema, elefantiasis e hinchazón escrotal, condiciones que resultan en discapacidades permanentes.
Durante años, la filariasis linfática ha afectado a millones de personas en todo el mundo, pero la eliminación de esta enfermedad en Brasil es un testimonio del progreso que puede alcanzarse mediante políticas de salud pública robustas y colaborativas. Este hito se une a los logros globales, en los que 19 países ya han eliminado la enfermedad como un problema de salud pública, según los criterios de la OMS. Entre estos países figuran Bangladesh, Tailandia, Maldivas y Malawi.
El éxito de Brasil: Una estrategia nacional integrada
El camino hacia la eliminación de la filariasis linfática en Brasil comenzó en 1997 con el lanzamiento de un plan nacional para combatir la enfermedad. Este plan incluyó la distribución masiva de medicamentos antiparasitarios, actividades de control de vectores y una estricta vigilancia epidemiológica, especialmente en las áreas más afectadas del país. Con estos esfuerzos, Brasil logró detener la transmisión de la enfermedad en 2017, consolidando una victoria que fue reconocida por la OMS en 2024.
Uno de los elementos clave en esta victoria ha sido la implementación del programa “Brasil Saudável”, una iniciativa multisectorial lanzada por el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva en febrero de 2024. Este programa involucró a diversos actores del sector público y privado, así como a las comunidades afectadas, en la lucha contra enfermedades vinculadas a determinantes sociales de la salud. La participación activa de las personas afectadas en la implementación de los esfuerzos de control fue fundamental para garantizar la eficacia y sostenibilidad de las acciones.
El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, elogió el compromiso inquebrantable de Brasil: “Eliminar una enfermedad es un logro trascendental que requiere un compromiso inquebrantable. Felicito a Brasil por sus esfuerzos para liberar a su pueblo del flagelo de esta dolorosa, desfigurante, discapacitante y estigmatizante enfermedad”.
Por su parte, el Dr. Jarbas Barbosa, Director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), destacó el papel fundamental del sistema de salud de Brasil y su capacidad para interrumpir la cadena de transmisión de la enfermedad. “El extenso y unificado sistema de salud de Brasil, junto con la sólida experiencia especializada en laboratorio y la vigilancia estricta, fueron esenciales para alcanzar este logro”, afirmó.
Desafío de la vigilancia posterior a la eliminación
A pesar de que la transmisión de la filariasis linfática ha sido interrumpida, la fase posterior a la eliminación representa un nuevo desafío para las autoridades sanitarias de Brasil. La vigilancia rigurosa continuará siendo una prioridad para prevenir la reaparición de la enfermedad, con el apoyo de la OMS y la OPS.
La eliminación de la filariasis linfática es solo el principio de una nueva etapa para Brasil, que ahora debe mantenerse alerta ante cualquier posible resurgimiento. El Dr. Barbosa subrayó la importancia de seguir adelante con la vigilancia: “Este hito es el resultado de años de dedicación y trabajo duro, pero la lucha no ha terminado. Brasil, la OPS y la OMS seguirán vigilando de cerca cualquier posible reaparición de infecciones”.
Hoja de ruta global de la OMS
El logro de Brasil también refuerza la Hoja de Ruta para las Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD) 2021-2030 de la OMS, que busca la eliminación de 20 enfermedades para el final de la década. Las enfermedades tropicales desatendidas afectan principalmente a las comunidades más pobres y vulnerables del mundo, exacerbando las desigualdades sociales y económicas. La filariasis linfática es una de estas enfermedades, y su eliminación en Brasil representa un alivio tanto para las personas afectadas como para los sistemas de salud que luchan por erradicarla.
En 2023, alrededor de 657 millones de personas en 39 países seguían viviendo en zonas de riesgo para la filariasis linfática y necesitaban quimioterapia preventiva. Esta estrategia, basada en la administración masiva de medicamentos, es crucial para interrumpir la propagación del parásito a través de los mosquitos. A nivel regional, países como República Dominicana, Guyana y Haití siguen trabajando para alcanzar el mismo objetivo que Brasil, con el apoyo de organismos internacionales como la OMS y la OPS.
