El fentanilo, un opioide sintético altamente potente, ha comenzado a generar preocupación en Colombia debido al creciente comercio ilegal y su potencial impacto en la salud pública y la seguridad ciudadana. A pesar de que esta droga es poco conocida en el país, las autoridades han detectado un aumento en su comercialización, lo que ha llevado a la implementación de medidas conjuntas con agencias de Estados Unidos para combatir este problema.
El director de la Policía Nacional, general William René Salamanca, informó sobre un reciente encuentro con agencias estadounidenses como la CIA, la DEA y el FBI, en el que el fentanilo fue el tema principal de conversación. Durante esta reunión, se acordó establecer una alianza estratégica para entrenar a las autoridades colombianas en la detección e incautación de este opioide, con el objetivo de neutralizar las estructuras criminales que buscan posicionar esta droga en el mercado negro del país.
Esta colaboración implica la llegada de un equipo especializado que brindará capacitación a las autoridades colombianas en temas de detección e incautación de fentanilo. La Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) proporcionará recursos humanos y técnicos para ayudar en esta tarea. Además, la dirección de Inteligencia recibirá apoyo para establecer el Centro Estratégico, lo que permitirá una mayor coordinación y enfoque en la lucha contra esta droga.
El fentanilo ha despertado la atención del presidente Gustavo Petro, quien ha señaló que estaría reemplazando el negocio de la cocaína en el país. El gobierno colombiano reconoce la necesidad de contrarrestar el su consumo en la juventud y ha propuesto la instalación de puestos civiles de detección gratuitos en zonas de rumba, así como campañas de concientización sobre los efectos mortales de esta droga. La estrategia se centra en la prevención y la educación para evitar que más personas caigan en la adicción a esta sustancia altamente peligrosa.
Medidas en contra de la comercialización ilegal del fentanilo
Además de los esfuerzos de prevención y educación, las autoridades también están enfocadas en la detección y neutralización de las estructuras criminales que se dedican al comercio ilegal de fentanilo. Según el general Salamanca, la colaboración con las agencias estadounidenses permitirá comprender mejor el fenómeno, identificar los puntos de fabricación y distribución de fentanilo, así como evaluar su impacto en la seguridad ciudadana de la región.
Las cifras revelan la necesidad de actuar con prontitud. En los últimos años, se ha observado un incremento en las incautaciones de esta droga en Colombia. En 2018, se incautaron 10 cargamentos, seguidos de 9 incautaciones en 2019 y 12 reportes en 2020. En lo que va del 2022, ya se han registrado 12 incautaciones, y en los primeros siete meses del 2023, se han reportado 15 casos en al menos 7 departamentos del país, lo que ha llevado a la incautación de 1.384 ampolletas del opioide sintético.
El fentanilo, a pesar de no ser el mismo opioide que afecta a Estados Unidos y cobra la vida de miles de personas cada año, ha logrado abrirse camino en el mercado ilegal de drogas en Colombia. Su capacidad para camuflarse en diferentes formas, como comprimidos, cigarrillos electrónicos e incluso impresiones en papel, lo hace aún más difícil de detectar. Esto ha generado un mayor desafío para las entidades del Gobierno, que están trabajando en estrecha colaboración para desarrollar estrategias efectivas de detección y prevención.
Además del impacto en la salud pública, el comercio ilegal ha generado ganancias significativas para las estructuras criminales en las capitales colombianas. En un lapso de tres meses, el valor de esta droga se ha incrementado casi tres veces, pasando de 40 mil pesos a 100 mil pesos por una sola ampolleta. Esta situación resalta la necesidad de una acción conjunta y contundente por parte de las autoridades para frenar su comercio ilegal y proteger a la población de sus peligrosos efectos.