En los últimos años, el sector salud en Colombia ha experimentado una serie de cambios normativos enfocados en mejorar la eficiencia y la transparencia en los procesos de facturación y auditoría de servicios. Entre las regulaciones clave que guían este proceso se encuentran las Resoluciones 2275 de 2023 y 3047 de 2008, cuya articulación plantea importantes desafíos para las entidades responsables de pago (ERP) y los prestadores de servicios de salud. Este artículo explora cómo estas normas interactúan, las implicaciones de la obligatoriedad de la facturación electrónica, la presentación de RIPS en formato JSON, y la gestión de glosas en el contexto
de los nuevos y antiguos marcos normativos.
Contexto Normativo y Objetivo de la Resolución 2275 de 2023
La Resolución 2275 de 2023, recientemente emitida por el Ministerio de Salud y Protección Social, representa un paso adelante en la digitalización del sector. Establece el uso obligatorio del Registro Individual de Prestación de Servicios de Salud (RIPS) y su integración con la Factura Electrónica de Venta (FEV) en formato JSON. Este cambio responde a la necesidad de alinear las prácticas de facturación con la política de cero papel y facilitar la trazabilidad de los servicios y recursos en el sistema de salud.
El objetivo central de la Resolución 2275 es optimizar la eficiencia en la facturación y el flujo de recursos, lo cual es crucial para un sector donde la transparencia y la agilidad de pagos son indispensables. En este sentido, se espera que el uso de JSON y otros mecanismos digitales permita a las ERP procesar la información de manera más precisa y en tiempo real.
La Resolución 3047 de 2008 y su Impacto en la Gestión de Glosas
Aunque la Resolución 2275 se formuló inicialmente para aplicarse junto con la Resolución 2284 de 2023, sin embargo su implementación ha sido aplazada hasta en 3 ocasiones, generando una transición inesperada hacia su aplicación junto con la Resolución 3047 de 2008, una normativa anterior que no se articula adecuadamente con los mecanismos modernos y tiempos esperados de la 2275, esto por lo menos hasta el 1 de febrero de 2024, fecha en la que el ministerio de salud y protección social, ha definido a través de la resolución 1885, aplicar la resolución 2284. La Resolución 3047, emitida hace más de una década, define los formatos, términos y procedimientos de glosas y devoluciones aplicables entre los prestadores de salud y las ERP, así como el máximo de soportes requeridos para la facturación. A pesar de su solidez, esta normativa carece de disposiciones adaptadas a la tecnología actual y a la obligatoriedad de la facturación electrónica en formato JSON.
Uno de los desafíos más importantes en la implementación de la Res. 2275 junto con Res. 3047 radica en la gestión de devoluciones y glosas. Planteando interrogantes importantes sobre:
- CUV: su validez y su obligatoriedad no aplican desde un punto de vista de aceptación de la factura hasta tanto entre en vigencia la 2284?
¿En caso de presentarse un CUV invalido, cuáles son las causales de no aceptación de la cuenta?
¿Las devoluciones no se deben aplicar en menos de 5 dias?
Las disposiciones del articulo 14 de la resolución 2275 donde se disponen de veintidós (22) días hábiles, contados a partir de la fecha de expedición de la factura electrónica de venta con validación previa de la Unidad Administrativa Especial Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales —DIAN, para la radicación ante las entidades responsables de pago o demás pagadores, de la factura … ¿Como será evaluada dentro del periodo de transición de la norma?
¿Contratación, atención en RED y exclusividad de prestación de servicios por demanda espontanea única y exclusivamente a la urgencia?
Facturación Electrónica en Formato JSON: Beneficios y Retos
La adopción del formato JSON para la transmisión de facturas electrónicas representa un avance importante, ya que permite un intercambio de datos estructurado, estandarizado y legible para los sistemas electrónicos de las ERP. La 2275 establece que la FEV debe enviarse junto con el RIPS, lo que genera una base de datos consolidada y facilita el acceso a la información detallada de los servicios prestados. Sin embargo, para que esta medida sea efectiva, es crucial que el marco de gestión de glosas también esté adaptado a estos nuevos
formatos, algo que la 3047 no contempla.
La falta de alineación entre las dos resoluciones plantea un reto: sin un sistema digital que permita la validación automática de las facturas y el procesamiento ágil de glosas, la implementación del formato JSON podría no alcanzar el impacto esperado. Además, en un sector donde el flujo de recursos es esencial, las demoras en la auditoría y en la respuesta a las glosas pueden afectar directamente la estabilidad financiera de los prestadores.
Desafíos para las Entidades Responsables de Pago y los Prestadores de Servicios de Salud
Para las ERP, el reto es adaptar sus sistemas de procesamiento de glosas y facturación de acuerdo con las nuevas disposiciones electrónicas mientras continúan operando bajo la normativa de 2008. Esta dualidad exige una inversión en tecnología y capacitación para garantizar la compatibilidad entre ambos marcos regulatorios, así como para evitar demoras en la auditoría de facturas y en el procesamiento de pagos.
Desde la perspectiva de los prestadores de servicios de salud, este contexto de transición exige un esfuerzo adicional para cumplir con ambos marcos normativos. La posibilidad de recibir glosas en base a parámetros que no están completamente alineados con la facturación electrónica crea incertidumbre, ya que la falta de una guía clara y actualizada para el manejo de glosas electrónicas podría resultar en devoluciones o ajustes en los pagos que no reflejan adecuadamente los servicios prestados.
Conclusión
La implementación de la Resolución 2275 de 2023 junto con la 3047 de 2008 genera un entorno normativo mixto que pone a prueba la capacidad del sistema de salud colombiano para adaptarse a las demandas de la digitalización y la transparencia. La obligatoriedad de la facturación electrónica en formato JSON y la falta de una regulación de glosas adaptada a esta tecnología son desafíos que requieren una pronta respuesta de las autoridades y de los actores involucrados. Para que la articulación de ambas normativas sea efectiva, será
esencial avanzar hacia un marco que incorpore mecanismos electrónicos de glosas y devoluciones, asegurando así un flujo de recursos ágil y transparente.
Sobre el autor: CARLOS ENRIQUE OSPINA MESA, DIRECTIVO EN SALUD, con experiencia en auditoría y dirección de proyectos en el sector salud, con especial interés en la articulación de normativas y el impacto de la digitalización en los procesos financieros del sistema de salud.
