Escasez de equipos de protección personal (EPP) a nivel mundial

Debido al aumento en la demanda y por las compras, el acaparamiento y el uso indebido de los equipos de protección personal, la Organización Mundial de la Salud ha informado sobre la grave y creciente interrupción del suministro mundial de equipos de protección personal (EPP), lo cual pone en peligro la vida de las personas ante el nuevo Coronavirus y otras enfermedades infecciosas.

En el caso de los trabajadores de la atención sanitaria, dependen del equipo de protección personal para protegerse a sí mismos y a sus pacientes, evitando infectarse o infectar a otras personas.

La escasez de suministros como guantes, mascarillas médicas, respiradores, gafas de seguridad, pantallas faciales, batas y delantales; hace que profesionales de enfermería, medicina y otros trabajadores de primera línea, estén riesgosamente mal equipados para atender a los pacientes contagiados de COVID-19.

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El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, dijo: ‘Sin cadenas de suministro seguras, el riesgo para los trabajadores sanitarios en todo el mundo es real. La industria y los gobiernos deben actuar con rapidez para estimular el suministro, reducir las restricciones a la exportación y poner en marcha medidas con las que detener la especulación y el acaparamiento. No podemos detener la COVID-19 sin proteger primero a los trabajadores sanitarios’.

instrumentos necesarios

Los precios de estos instrumentos han aumentado desde el inicio de la epidemia del Coronavirus.  El precio de las mascarillas quirúrgicas se ha multiplicado por seis; el de los respiradores N95, por tres y el de las batas, por dos.  Hasta la fecha, la OMS ha enviado casi medio millón de equipos de protección personal a 47 países, sin embargo, esto no es suficiente, ya que se agotan con brevedad.

Según los modelos hechos por la Organización Mundial de la Salud, se estima que para responder al COVID-19, se necesitan 89 millones de mascarillas médicas al mes; 76 millones de guantes de examen y en el caso de la demanda internacional de gafas de seguridad se sitúa en 1,6 millones al mes.

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La OMS, decide hacer un llamado a las personas, para utilizar los EPP de manera racional y apropiada en los entornos sanitarios, para así gestionar de forma eficaz la cadena de suministro.  Además, la Organización está trabajando con gobiernos, la industria y la red de cadena de suministros para pandemias, para impulsar el aumento de producción de equipos, por lo menos en un 40% y asegurar su entrega a países gravemente afectados y en riesgo.