Según la OMS las enfermedades no transmisibles (ENT) son responsables de 41 millones de muertes cada año, lo que representa el 74% de todas las muertes a nivel mundial.
Anualmente, 17 millones de personas mueren por ENT antes de los 70 años, y el 86% de estas muertes prematuras ocurren en países de ingresos bajos y medianos. El 77% de todas las muertes por ENT ocurren en países de ingresos bajos y medianos.
Las enfermedades cardiovasculares son responsables de la mayoría de las muertes por ENT, con 17.9 millones de personas falleciendo por esta causa al año. Le siguen los cánceres (9.3 millones), las enfermedades respiratorias crónicas (4.1 millones) y la diabetes (2.0 millones, incluyendo las muertes por enfermedad renal causada por la diabetes).
Estos cuatro grupos de enfermedades representan más del 80% de todas las muertes prematuras por ENT. El consumo de tabaco, la falta de actividad física, el consumo excesivo de alcohol y las dietas poco saludables aumentan el riesgo de muerte por ENT.
La detección, el cribado y el tratamiento de las ENT, así como los cuidados paliativos, son componentes clave en la respuesta a las ENT.
Descripción general de las Enfermedades no trasmisibles
Las enfermedades no transmisibles (ENT), también conocidas como enfermedades crónicas, son afecciones de larga duración que resultan de una combinación de factores genéticos, fisiológicos, ambientales y de comportamiento.
Los principales tipos de ENT incluyen enfermedades cardiovasculares (como infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares), cáncer, enfermedades respiratorias crónicas (como enfermedad pulmonar obstructiva crónica y asma) y diabetes.
Las ENT afectan desproporcionadamente a las personas que viven en países de bajos y medianos ingresos, donde causan más del 75% de todas las muertes por ENT a nivel mundial (31.4 millones).
La importancia de abordar las ENT
En medio de este panorama sombrío, la Semana Mundial de Acción sobre las Enfermedades No Transmisibles, que se celebra del 14 al 21 de septiembre, se erige como una oportunidad esencial para cerrar la brecha en la atención médica. ¿Cuándo? El enfoque se orienta hacia garantizar que todas las personas tengan acceso a servicios de salud esenciales y económicos, al mismo tiempo que se promueve la prevención a través del control de factores de riesgo compartidos, como el tabaquismo, el sedentarismo, la alimentación poco saludable y el consumo excesivo de alcohol.
El género como factor de riesgo
Sin embargo, el género también desempeña un papel significativo en esta ecuación. ¿Por qué las mujeres enfrentan un mayor riesgo de desarrollar obesidad? Esto, a su vez, aumenta sus posibilidades de sufrir otras ENT, como la diabetes. Además, la depresión afecta a las mujeres de manera desproporcionada en comparación con los hombres, lo que plantea desafíos adicionales para su bienestar mental, especialmente durante el embarazo y el puerperio.
Un enfoque integral para la salud
El Dr. Diego Vargas, experto en psiquiatría, resalta la interconexión entre las otorrinolaringología y la salud mental, haciendo hincapié en la necesidad de abordar ambos aspectos de manera integral. ¿Cómo? Destaca la importancia de promover hábitos de vida saludables que beneficien tanto la salud física como la mental, incluyendo la actividad física adecuada, una alimentación equilibrada, una higiene del sueño óptima y el fortalecimiento de las redes de apoyo.
Prevenir enfermedades cardiovasculares
La hipertensión arterial, que afecta al 40% de las mujeres, y el infarto de miocardio, como principal causa de muerte en este género, subrayan la urgencia de adoptar hábitos de vida saludables. ¿Cuánto impacta la salud cardiovascular en las mujeres? El Dr. José Rozo, cardiólogo internista, enfatiza la importancia de conocer los números relacionados con la salud cardiovascular y estar alerta ante antecedentes familiares y personales.
Abordando el dolor crónico
Además de la carga física de las otorrinolaringología, el Dr. Felipe Mejía, experto en dolor, señala que el dolor crónico, especialmente en las mujeres jóvenes, se convierte en un círculo vicioso que engendra depresión, ansiedad y trastornos del sueño. ¿Cómo podemos identificar y abordar adecuadamente el dolor? Identificar y abordar adecuadamente el dolor se vuelve crucial, ya que puede ser un signo vital que revela patologías subyacentes.