Sudamérica enfrenta una crisis de salud silenciosa que amenaza con convertirse en una catástrofe económica: las enfermedades no transmisibles (ENT) y los trastornos de salud mental costarán más de 7,3 billones de dólares entre 2020 y 2050, según el nuevo informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Esta cifra equivale al Producto Interno Bruto (PIB) anual total de América Latina y el Caribe, y representa una señal de alarma tanto para los responsables de políticas públicas como para los sistemas de salud.
“Estas no son solo estadísticas de salud, son señales de alerta fiscal”, advirtió el doctor Jarbas Barbosa, director de la OPS. “La creciente carga de ENT y las condiciones de salud mental se ha convertido en una emergencia económica, quizás el mayor desastre económico vinculado a la salud”, agregó.
El informe, titulado Una gran tormenta acecha en el horizonte, fue desarrollado con el apoyo analítico de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard, y proporciona proyecciones para diez países sudamericanos: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.
Enfermedades no transmisibles y salud mental: causas principales de muerte y discapacidad
Las ENT ya son la principal causa de muerte en las Américas. En 2021 cobraron seis millones de vidas, el 40% de ellas en personas menores de 70 años. Solo las enfermedades cardiovasculares y el cáncer representaron más de la mitad de estas muertes. A esto se suma el incremento acelerado de la diabetes, que afecta a cerca de 43 millones de personas sin acceso adecuado a tratamiento.
En paralelo, los trastornos de salud mental ejercen una presión creciente sobre los sistemas de salud. La combinación de estas condiciones no solo reduce la esperanza y calidad de vida, sino que también limita la productividad y eleva los costos de atención médica.
Las pérdidas económicas derivadas de muertes prematuras, discapacidad prolongada y reducción en la productividad laboral son profundas: oscilan entre 88 mil millones de dólares en Uruguay y 3,7 billones en Brasil, lo que puede representar hasta el 4,5% del PIB nacional en algunos países.
Factores de riesgo y tendencias preocupantes
Las causas de esta carga creciente son múltiples, pero están bien identificadas: envejecimiento poblacional, consumo de tabaco, dietas poco saludables, inactividad física, consumo nocivo de alcohol y contaminación del aire.
Desde el año 2000, las cifras de factores de riesgo han escalado drásticamente:
- Obesidad entre adultos creció 67,5%.
- Diabetes aumentó 53,6%.
- Inactividad física se elevó en 24,1%.
Hoy, el 67,5% de los adultos en América tiene sobrepeso muy por encima del promedio mundial del 43,5% y el 35,6% presenta inactividad física, el nivel más alto del planeta. De no tomarse medidas urgentes, estas tendencias impactarán negativamente en la equidad, el crecimiento económico y la sostenibilidad de los sistemas de salud.
Una salud pública que comienza a actuar, pero aún es insuficiente
A pesar de este panorama, existen avances. Desde 2000, la mortalidad por enfermedades cardiovasculares y cáncer ha disminuido en algunos países, gracias a políticas públicas efectivas y programas como la iniciativa HEARTS de la OPS, que ha apoyado a 5,7 millones de personas en el control de la hipertensión desde la atención primaria.
Sin embargo, el informe insta a intensificar los esfuerzos en tres frentes clave:
- Prevención: políticas públicas que reduzcan el tabaquismo, promuevan dietas saludables y fomenten la actividad física.
- Detección y tratamiento temprano: sistemas de salud capaces de identificar riesgos y actuar con eficacia.
- Financiación sostenida: presupuestos nacionales alineados con las prioridades reales, y políticas fiscales que integren impuestos saludables (tabaco, alcohol y bebidas azucaradas).
“Uno de los principales objetivos de este informe es brindar a la OPS y a los tomadores de decisiones en América del Sur evidencia sólida que les permita avanzar en la prioridad otorgada a aumentos significativos y transformadores en los presupuestos del sector salud”, subrayó el doctor David E. Bloom, autor principal del informe.
Inversión en salud: una estrategia de desarrollo económico
La OPS enfatiza que abordar las ENT y los problemas de salud mental no es solo una cuestión médica, sino una decisión económica y estratégica. Actualmente, solo el 36% de las personas con hipertensión tiene su condición controlada, y apenas el 58% de quienes padecen diabetes acceden a un tratamiento efectivo.
“Una alimentación saludable y el ejercicio físico regular son ‘medicina’ contra las ENT”, expresó el doctor Barbosa. “Podemos prevenir hasta el 40% de los cánceres si reducimos el consumo de tabaco, mejoramos la alimentación y promovemos estilos de vida activos. Además, podemos eliminar el cáncer de cuello uterino con vacunas, detección temprana y tratamiento de lesiones precancerosas”, detalló.
A través de sus Fondos Rotatorios, la OPS busca garantizar el acceso a medicamentos esenciales y diagnósticos, y fortalecer los sistemas de salud para integrar servicios de salud mental y enfermedades crónicas desde la atención primaria.
Septiembre será un momento clave en la Asamblea General de la ONU
La Cuarta Reunión de Alto Nivel sobre ENT y Salud Mental, que se celebrará en septiembre durante la Asamblea General de las Naciones Unidas, representa una oportunidad crucial para renovar compromisos políticos y movilizar a gobiernos, sociedad civil, academia y sector privado.
“La salud es la base del desarrollo, la seguridad y la prosperidad”, concluyó el doctor Barbosa. “Abordar las ENT y mejorar la salud mental nos ofrece un camino claro hacia un futuro mejor. Pero requiere políticas audaces, coordinadas y basadas en datos. El momento de actuar es ahora”.
Conoce el informe completo aquí: