El pasado 10 de septiembre se conmemoró el Día Mundial de Prevención del Suicidio, una fecha que más allá de generar conciencia sobre este problema de salud pública, busca convocar a los diferentes actores gubernamentales para la creación de estrategias de prevención para reducir el número de suicidios en el país y el mundo entero.
Al respecto, la situación en el país requiere una observación profunda y un análisis que brinde medidas efectivas a la población que puede estar en riesgo. Según datos consolidados por el DANE, en la última década se registró un aumento del 44% en el número de muertes por esta causa; asimismo entre 2020 y 2021 se reportó un aumento del 7,8%, porcentaje que representa un incremento del 1.2% en comparación con 2019.
No obstante, el año anterior se reportaron 2.962 suicidios en Colombia, la mayor cifra que se ha registrado en la historia del país y que significa una alerta contundente para los expertos.
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En lo que respecta a las diferencias evidenciadas en la población, se encuentra que por 1 mujer que toma la decisión de poner fin a su vida, 4 hombres lo hacen, o, visto de otro modo, el 81.3% de individuos que comete suicidios son hombres, en comparación con el 18.7%. En cuanto a las edades, el DANE registró que la población joven es la que más suicidios comete, teniendo en cuenta el aumento del 37% en edades entre los 15 y los 29 años de edad, aspecto que fue observado en los demás grupos etarios.
“Estamos, pues, ante un fenómeno complejo, multidimensional, multifactorial, fundamental, pero no exclusivamente psicológico, caracterizado por la presencia de sufrimiento y por un dolor psicológico intolerable en el que una persona, en una determinada circunstancia (para ella insoportable, insoluble, interminable, ineludible, sin futuro o esperanza) decide acabar con su vida”, explica Paulo Daniel Acero Rodríguez, psicólogo colaborador del Colegio Colombiano de Psicólogos – Colpsic.
El espacilista añadió que “una amplia mezcla de factores biológicos, psicológicos y socioculturales que están en continua interacción dinámica parecen explicar por qué una persona decide intentar quitarse la vida. Por lo tanto, las interpretaciones causales lineales o de causa única no encajan y deben hacerse a un lado”.
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De acuerdo con el especialista, los principales obstáculos que enfrenta la población de riesgo para evitar el suicidio es el estigma social y la falta de campañas de alfabetización en salud mental. No obstante, esto no debe reducirse a reconocer y tratar eventuales síntomas, sino que debe considerar la entrega de insumos informativos que faciliten o mejoren el acceso a los servicios de salud en situaciones de crisis.
A nivel global, aproximadamente 800 mil personas se quitan la vida de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), siendo en su mayoría jóvenes entre los 15 y 19 años.
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Implementar estrategias adoptadas a nivel internacional, estrategia para prevenir el aumento de suicidios
Ante esta situación que requiere acciones contundentes, el Colegio Colombiano de Psicólogos – Colpsic sugiere a las entidades gubernamentales e instituciones del sector público y privado, adoptar el IAPS (International Association for Suicide Prevention).
“Todos nosotros, organizaciones profesionales, familiares, amigos, compañeros de trabajo, miembros de la comunidad, educadores, líderes religiosos, profesionales de la salud, funcionarios políticos y gobiernos, podemos tomar medidas para prevenir el suicidio en la región”, concluyó el especialista del Colpsic.
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