Este 27 de diciembre se conmemoró el primer día internacional de preparación ante las epidemias. Para la Organización de Naciones Unidas (ONU), la fecha surgió como recordatorio de un año devastador para las economías y sociedades. Y a futuro, se espera que sirva como un recordatorio para no olvidar la importancia de la planificación y actuación rápida ante los desafíos que dejan estos eventos y las lecciones aprendidas en 2020.
La conmemoración cobra aún más fuerza con las estadísticas mundiales que ha dejado el brote de coronavirus. A esta altura, 1 año después del primer caso, se han perdido más de 1.7 millones de vida como consecuencia del covid-19, padecimiento causado por el Sars-Cov-2, el virus que generó la situación actual. “Mientras nos esforzamos por controlar y recuperarnos de la pandemia actual, debemos pensar en la próxima. Desafortunadamente, es fácil imaginar un virus igualmente infeccioso, pero aún más letal”, advierte António Guterres, secretario general de la organización.
Por supuesto, ante lo evidenciado, la mayor preocupación que ha quedado es la inversión en salud pública. Todavía hoy, a pesar de los avances logrados, no es suficiente. Los gobernantes y las políticas a aplicar deben considerar que una inversión pública en salud siempre tendrá un menor costo que los gastos que generan las medidas económicas de emergencia, la recuperación socioeconómica de las naciones y la construcción de nuevos centros hospitalarios, la adquisición de insumos para atender a los miles o millones de pacientes.
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Habrán más epidemias y nuevas pandemias agresivas
“Esta no será la única pandemia”. La afirmación pronunciada por el director de la OMS, Dr. Thedros Adhanom Ghebreyesus, le recordó a la población general que estos escenarios ya se han visto antes en nuestra historia. Al mismo tiempo destacó que este evento no cusó ninguna sorpresa, puesto que durante años se había hablado de posibles epidemias. Actualmente, en medio de una pandemia que no parece dar tregua, se deben tomar todas las lecciones aprendidas en materia de atención sanitaria y de los presupuestos asignados para la atención en salud.
Desde la ONU, se mencionó la falta de cooperación ténica. Hasta antes de 2020, no se tenía una política de cooperación de este tipo. Con el avance del brote de coronavirus fue notoria la necesidad de este tipo de convenios para futuras epidemias. Sin embargo, todavía queda un largo camino por recorrer. “Las sociedades necesitan sistemas de salud más sólidos, incluida la cobertura de salud universal”, reieró Guterres. También incluyó en esta declaración a la falta de protección social observada para las familias y comunidades; a la necesidad de un mayor y mejor apoyo a los profesionales de la salud.
“Como hemos podido comprobar con la actual pandemia, la importancia de la cooperación internacional y el multilateralismo en la respuesta a las epidemias es crucial. Debemos destacar la relevancia de la colaboración y la solidaridad entre cada persona, la comunidad y el Estado, y las organizaciones regionales e internacionales, en todas las etapas de la gestión de las epidemias, así como la importancia de incorporar una perspectiva de género a este respecto”, se lee en un comunicado emitido por la organización.
El día internacional de preparación ante las epidemias busca crear conciencia acerca del hecho de que los Estados deben comprometerse a velar por una preparación ante las epidemias que incluya a todo el mundo de manera equitativa y no discriminatoria, priorizando a sus individuos más vulnerables o con altas probabilidades de contagio.
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