La temporada de verano en el sur del continente americano trae consigo un aumento en los casos de enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue. Durante 2024, esta infección viral alcanzó niveles epidémicos históricos, afectando principalmente a Argentina, Brasil, Colombia y México, que concentraron el 90% de los casos registrados, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Aunque los patrones de transmisión muestran diferencias entre países, el dengue sigue siendo un desafío significativo para la salud pública regional.
Situación en Brasil, un contexto endémico preocupante
Brasil, con su clima cálido y alta humedad durante todo el año, es un terreno fértil para la proliferación del mosquito Aedes aegypti, el principal vector del dengue. A finales de 2024, el país reportó más de 6 millones de casos probables y un récord de 6.022 muertes por la enfermedad, según el Ministerio de Salud.
El doctor Flávio Fonseca, investigador en virología de la Universidad Federal de Minas Gerais, advirtió sobre el aumento proporcional de casos del serotipo DEN-3, conocido por su alta probabilidad de generar complicaciones graves. “Este es un motivo de preocupación, ya que este serotipo tiende a causar formas más severas de la enfermedad”, señaló Fonseca.
El estado de Santa Catarina, famoso por sus playas en Florianópolis, registró un aumento significativo en los casos de dengue desde diciembre, alcanzando una media semanal de más de 600 casos, en comparación con los 110 registrados entre agosto y octubre.
En Argentina la tendencia es estable, pero con antecedentes preocupantes
En Argentina, el panorama es diferente. Según el Ministerio de Salud de la Nación, los casos de dengue se han mantenido estables en las últimas semanas de 2024, con registros de 20, 19, 19 y 16 casos respectivamente. Mauro Bertolini, infectólogo y asesor del gobierno, explicó que el país no se encuentra en un brote epidémico, pero aún es temprano para considerar que ha entrado en un período inter-epidémico.
El dengue en Argentina se caracteriza por períodos epidémicos cada vez más cortos. Desde 2010, los intervalos entre brotes han disminuido, una tendencia que se acentuó en los últimos cinco años. Los años 2023 y 2024 concentraron el 83% de los casos históricos registrados en el país desde 1998.
El serotipo predominante en Argentina es el DEN-2, responsable del 62,4% de los casos en 2024, seguido por el DEN-1 con un 34,7%. En provincias como Formosa, la prevalencia del DEN-2 es particularmente alta.
Casos confirmados en Colombia
En Colombia, el dengue continúa siendo un desafío de salud pública significativo, con 3.015 casos notificados en la primera semana epidemiológica de 2025. De acuerdo con el Boletín epidemiológico del nstituto Nacional de Salud (INS) de estos, el 63,7 % corresponden a casos sin signos de alarma, el 35,5 % con signos de alarma y el 0,8 % (24 casos) clasificados como dengue grave. Las regiones más afectadas incluyen Cartagena, Tolima, Antioquia, Barranquilla, Cundinamarca y Valle del Cauca, que en conjunto aportan el 69,9 % de los casos reportados. Durante este mismo periodo, se observó un aumento de más del 30 % en municipios como Barranquilla, Cartagena y Santa Marta, mientras que otras regiones como Buenaventura experimentaron una disminución notable.
La incidencia nacional de dengue en 2025 es de 9,0 casos por cada 100.000 habitantes, una reducción respecto a los 10,5 casos del mismo periodo en 2024. Sin embargo, entidades como Vichada, Guaviare, Cundinamarca y Putumayo registran tasas superiores a 20 casos por 100.000 habitantes, con los menores de 17 años siendo el grupo etario más afectado (16,1 casos por 100.000).
El Ministerio de Salud ha activado el Comité Estratégico en Salud y emitido la Circular Conjunta Externa N°013, que detalla medidas para el control del dengue, incluyendo la atención reforzada en municipios con transmisión alta o en alerta. Además, se estudian 12 muertes probables por dengue en entidades como Atlántico, Caquetá, y Valle del Cauca, destacando la necesidad de intensificar las estrategias de prevención y control.
Vacunación y medidas preventivas
La introducción de vacunas contra el dengue en países como Argentina, Brasil y Perú representa un avance significativo en la lucha contra la enfermedad. En Buenos Aires, la inmunización se enfoca en personas de entre 15 y 59 años que han tenido dengue, mientras que Río de Janeiro está priorizando a niños y adolescentes de entre 10 y 14 años para completar su esquema antes del 31 de enero.
Además de la vacunación, la prevención sigue siendo clave para controlar el dengue. Denise Valle, bióloga de la Fundación Oswaldo Cruz, destacó la importancia de eliminar adecuadamente los criaderos de mosquitos. “No basta con tirar el agua; las larvas deben ser depositadas en superficies secas para garantizar su muerte por desecación”, explicó Valle.
Los huevos del Aedes aegypti, que pueden permanecer viables durante meses en condiciones secas, deben ser eliminados mediante el fregado de los recipientes con la parte áspera de una esponja. Valle advirtió que productos químicos como lejía o alcohol son volátiles y pueden generar una falsa sensación de seguridad.
Un llamado a la responsabilidad colectiva
El dengue no es una enfermedad que afecta exclusivamente a los adultos mayores. Según Diogo Demarchi, Secretario de Estado de Sanidad de Brasil, jóvenes saludables también han perdido la vida debido a esta infección. “El dengue es grave y puede ser mortal. Es crucial que la población comprenda que no se trata solo de fiebre pasajera”, enfatizó.
La situación actual resalta la necesidad de un enfoque integral que combine medidas preventivas, atención médica oportuna y campañas educativas para reducir el impacto del dengue en la región. A medida que las condiciones climáticas favorecen la reproducción del mosquito, es esencial mantener la vigilancia activa y fomentar la participación comunitaria en la eliminación de criaderos.
Perspectivas para el futuro
Si bien la tendencia estable en Argentina ofrece un respiro, los antecedentes recientes de brotes severos en el país, sumados a la crisis en Brasil, subrayan la importancia de no bajar la guardia. El dengue sigue siendo una amenaza latente para todo el continente, especialmente en regiones donde las condiciones climáticas favorecen su propagación.
Con una combinación de innovación en vacunas, medidas de prevención y educación, la región tiene la oportunidad de enfrentar esta amenaza con mayor efectividad. Sin embargo, el éxito dependerá de la colaboración entre gobiernos, comunidades y organismos internacionales para mitigar el impacto de una enfermedad que afecta a millones de personas cada año.