La crisis financiera que atraviesa la red de salud en el Valle del Cauca ha provocado el cierre de servicios esenciales en clínicas y hospitales, afectando la capacidad de respuesta de las instituciones y poniendo en riesgo la atención de la población. Las autoridades sanitarias han manifestado su preocupación ante el impacto de la falta de recursos y los problemas de financiamiento en la prestación de servicios médicos en el departamento.
La secretaria de Salud del Valle, María Cristina Lesmes, advirtió sobre el desfinanciamiento absoluto del sistema, lo que ha afectado principalmente a los servicios de mayor complejidad como maternidad, urgencias y pediatría, los cuales requieren atención 24 horas al día con personal especializado. “La situación es muy grave y va a seguir pasando; ya tenemos personas sin atención, pacientes esperando más de seis meses por una cita médica, y otros que llevan más de dos años aguardando una cirugía. No vemos una solución económica fácil”, expresó la funcionaria.
Cierre de servicios y deterioro de la atención
Uno de los casos más recientes es el cierre de algunos servicios en la Clínica Farallones de Cali, lo que ha reducido aún más la capacidad de atención en la ciudad. Según las autoridades, esta situación era previsible debido al bajo nivel de pagos por parte de las Entidades Promotoras de Salud (EPS), lo que ha generado acumulación de deudas y crisis en los centros asistenciales.
Por su parte, la gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, ha insistido en la necesidad de adoptar soluciones estructurales, proponiendo la implementación de una Red Integrada Integral de Servicios que permita regularizar los pagos a hospitales y clínicas. Según la mandataria ,“el promedio de pago a estos centros es solo del 60% o menos, en hospitales como el de Tuluá se está recibiendo apenas el 43% y a esto, se suma la nueva metodología de pagos, con giros fraccionados que han complicado aún más la situación. Los hospitales no pueden sobrevivir con este modelo”,
Un sistema al borde del colapso financiero
Actualmente, ocho de las once EPS que operan en la región se encuentran intervenidas, mientras que la deuda con la red pública de hospitales supera el billón de pesos. Esta crisis ha generado un deterioro en la prestación de servicios, afectando la disponibilidad de insumos médicos, equipos y personal sanitario.
La situación ha llevado a un déficit de atención médica, obligando a pacientes a desplazarse a otras ciudades en busca de atención. Además, ha incrementado la presión sobre los hospitales de alto nivel de complejidad, los cuales operan al límite de su capacidad.
Medidas urgentes para mitigar la crisis
Ante este panorama, el sector salud del Valle del Cauca enfrenta la necesidad urgente de encontrar mecanismos de financiamiento sostenibles. La Superintendencia de Salud y el Gobierno Nacional han sido llamados a intervenir con estrategias de rescate financiero, así como a implementar acciones correctivas para garantizar el acceso efectivo a los servicios médicos en la región.
Mientras tanto, organizaciones del sector y la ciudadanía han elevado su voz de alarma para exigir soluciones inmediatas que permitan estabilizar la crisis y asegurar el derecho fundamental a la salud en el departamento.