La Defensoría del Pueblo lanzó en octubre la estrategia “Cuidar la salud mental es defender la vida”, una iniciativa de divulgación y sensibilización orientada a garantizar el derecho a la salud mental en Colombia. El plan responde al mandato de la Ley 2460 de 2025, que reconoce la promoción y protección de la salud mental como una obligación del Estado y un derecho de todas las personas.
De acuerdo con la Defensoría, la salud mental no debe limitarse a cifras o diagnósticos clínicos. En cambio, debe entenderse como la posibilidad de vivir en entornos dignos, construir proyectos de vida y desarrollar plenamente el potencial humano desde la niñez hasta la vejez. En palabras de la entidad, se trata de un derecho transversal al bienestar individual, comunitario y social.
Un enfoque centrado en las personas y la dignidad
La estrategia articula debates internacionales recientes que critican los modelos reduccionistas centrados únicamente en síntomas. En su lugar, plantea valorar los elementos que fortalecen la vida, como la justicia social, la pertenencia comunitaria y el reconocimiento de cada persona como sujeto de derechos.
En esta línea, la Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud mental como “un estado de bienestar que permite a las personas enfrentar el estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, aprender, trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad”. La Defensoría adopta esta visión para impulsar un cambio cultural en torno al cuidado de la salud mental en Colombia.
Modelo multidimensional para comprender la salud mental
La propuesta de la Defensoría del Pueblo se sustenta en un modelo integral que reconoce cuatro dimensiones interconectadas:
- Dimensión individual: factores biológicos, psicológicos y conductuales como la resiliencia, la autoestima, los estilos de afrontamiento y la presencia de trastornos mentales.
- Dimensión relacional: las dinámicas familiares, escolares y sociales, que pueden convertirse en riesgos (violencia, acoso) o en factores protectores (apoyo social, redes cohesionadas).
- Dimensión comunitaria: las condiciones territoriales e institucionales que inciden en la cohesión social, la seguridad y el acceso a servicios de salud mental.
- Dimensión societal: estructuras políticas, económicas y culturales, como la pobreza estructural, la inequidad de género, el racismo o el extractivismo, frente a políticas públicas intersectoriales y culturalmente pertinentes.
Este marco multidimensional es coherente con los estándares internacionales y proporciona una herramienta práctica para exigir políticas públicas que aborden simultáneamente factores estructurales, comunitarios, relacionales e individuales.
Implicaciones para las políticas públicas
La Defensoría enfatiza que garantizar la salud mental requiere más que atención clínica individual. Implica transformar las relaciones sociales, garantizar condiciones estructurales justas y fortalecer los entornos comunitarios. Este enfoque busca generar un impacto sostenible en el bienestar de las personas y reducir brechas en el acceso a servicios de salud mental en todo el territorio nacional.
“Con esta estrategia reafirmamos que la salud mental es un derecho integral y fundamental, indispensable para la protección de la vida y la construcción de sociedades más equitativas y justas”, indicó la entidad en el marco del lanzamiento.
Compromiso institucional y colectivo
El plan no se limita a un ejercicio de sensibilización, sino que pretende orientar la labor de vigilancia y exigibilidad de la Defensoría hacia la consolidación de entornos protectores. La institución subraya que el cuidado de la salud mental exige un compromiso colectivo: del Estado, de las instituciones, de las comunidades y de las personas.
En este sentido, la estrategia se alinea con un modelo de salud pública que entiende la salud mental como un determinante esencial para el desarrollo social y económico del país. Además, contribuye a fortalecer el cumplimiento de la Ley 2460 de 2025 y a visibilizar la salud mental como un eje prioritario dentro de la política sanitaria nacional.
Hacia una sociedad que cuide la vida
La iniciativa de la Defensoría busca dejar un mensaje claro: la salud mental no es un tema accesorio, sino un derecho fundamental que exige acciones estructurales, comunitarias y personales para su garantía efectiva.
Con esta estrategia, Colombia avanza hacia un modelo de salud que prioriza la dignidad humana, la justicia social y la construcción de entornos protectores, con el fin de asegurar que cada ciudadano pueda ejercer plenamente su derecho a vivir con bienestar, autonomía y equidad.