El gasto público en salud es esencial para garantizar la Cobertura Sanitaria Universal. Sin embargo, el informe de la OMS destaca que, en 30 países de ingresos bajos y medianos-bajos, el gasto directo de los pacientes es la principal fuente de financiación. En 20 de ellos, los ciudadanos pagan más de la mitad del gasto total en salud, perpetuando ciclos de pobreza y vulnerabilidad.
Incluso en países de ingresos altos, los pagos directos generan dificultades económicas. En más de un tercio de estas naciones, los pacientes asumen al menos el 20% del gasto total en salud, afectando especialmente a los hogares más pobres. Este panorama subraya la necesidad de reestructurar los sistemas de financiación de la salud para reducir la dependencia de los pagos directos y ampliar la protección financiera.

Lecciones de la pandemia: resiliencia y desafíos
Durante la pandemia de COVID-19, los gobiernos aumentaron significativamente el gasto público en salud, demostrando la efectividad de contar con presupuestos robustos para enfrentar emergencias. Sin embargo, la recuperación económica tras la pandemia ha obligado a los países a tomar decisiones difíciles: fortalecer los sistemas de salud para futuras amenazas mientras responden a las necesidades actuales de sus poblaciones.
“La financiación gubernamental protegió vidas durante la pandemia”, señala el informe de la OMS, subrayando que este enfoque debe mantenerse para garantizar sistemas de salud resilientes. Reducir la inversión pública en salud pone en riesgo no solo a las personas más vulnerables, sino también la capacidad de los sistemas de responder a emergencias futuras.
Impacto del gasto en salud en los más vulnerables
El informe destaca que la falta de protección financiera afecta de manera desproporcionada a las poblaciones más vulnerables, incluidas personas con ingresos bajos, enfermedades crónicas y aquellos que viven en áreas remotas. La OMS insta a los países a implementar estrategias como:
- Eliminar tasas para los usuarios más necesitados, como personas con bajos ingresos o enfermedades crónicas.
- Establecer leyes para proteger a las personas de costos de salud empobrecedores.
- Presupuestar un paquete básico de servicios de salud esenciales, desde promoción y prevención hasta cuidados paliativos, basado en un enfoque de atención primaria.
Un llamado a la acción global
En el marco del Día de la CSU, la OMS hace un llamado a los líderes mundiales para priorizar la financiación pública de la salud y evitar el empobrecimiento de millones de personas debido a gastos médicos. La organización también aboga por la creación de sistemas de financiación inclusivos y sostenibles que permitan el acceso equitativo a los servicios de salud.
Del 11 al 13 de diciembre de 2024, representantes de más de 125 países se reunieron en Lyon, Francia, para evaluar los avances y desafíos hacia la CSU. Esta reunión marcó el inicio de una nueva etapa para la Alianza en pro de la Cobertura Sanitaria Universal, que busca implementar medidas concretas de 2025 a 2027. La colaboración internacional será clave para lograr estos objetivos.
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