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Crisis de salud mental en Nariño: ACP alerta sobre aumento de urgencias psiquiátricas y desabastecimiento de medicamentos

En su pronunciamiento, la ACP señala que la situación ha sobrepasado la capacidad de respuesta de los servicios de salud mental del departamento, comprometiendo gravemente el bienestar de la población.
Crisis de salud mental en Nariño ACP alerta sobre aumento de urgencias psiquiátricas y desabastecimiento de medicamentos

La crisis sanitaria que atraviesa Colombia ha adquirido una nueva dimensión con la crisis de salud mental en Nariño. Así lo advirtió la Asociación Colombiana de Psiquiatría (ACP) a través de un comunicado en el que alerta sobre el aumento inusitado de urgencias psiquiátricas, el desabastecimiento de medicamentos y el colapso de la red de atención, todo ello exacerbado por el bloqueo persistente de la vía Panamericana, principal conexión entre el sur del país y el resto del territorio nacional.

En su pronunciamiento, la ACP señala que la situación ha sobrepasado la capacidad de respuesta de los servicios de salud mental del departamento, comprometiendo gravemente el bienestar de la población. “La salud mental no es un asunto individual, sino el reflejo de las condiciones sociales, económicas y estructurales que rodean a las personas”, expresó el gremio médico. Bajo esta premisa, la Asociación advierte que las circunstancias actuales están generando un entorno de riesgo elevado para el desarrollo de enfermedades mentales, recaídas clínicas y aumento de conductas suicidas, particularmente entre las poblaciones más vulnerables.

Crisis de salud mental: Aumento de casos psiquiátricos y barreras al acceso

De acuerdo con los reportes que ha recibido la Asociación desde hospitales e instituciones de salud de Nariño, las atenciones en urgencias psiquiátricas han aumentado de manera desproporcionada durante los primeros meses de 2025. Aunque no se han divulgado cifras oficiales, los profesionales de salud en terreno han reportado un crecimiento preocupante de cuadros de ansiedad severa, episodios psicóticos agudos, crisis depresivas y trastornos de conducta en menores de edad.

El impacto es particularmente grave si se considera el limitado acceso a tratamientos farmacológicos. Los bloqueos prolongados en la vía Panamericana han interrumpido el suministro regular de medicamentos psiquiátricos esenciales, incluyendo antidepresivos, estabilizadores del ánimo, ansiolíticos y antipsicóticos. Este desabastecimiento ha obligado a interrumpir esquemas de tratamiento, generando descompensaciones clínicas en pacientes con trastornos mentales crónicos.

“Sin medicamentos, sin acceso a consulta especializada y sin una red comunitaria de apoyo fortalecida, el riesgo de deterioro clínico y de eventos adversos como el suicidio aumenta exponencialmente”, explicaron psiquiatras consultados por medios regionales.

Condiciones estructurales y vulnerabilidad social

El pronunciamiento de la Asociación también pone en evidencia un aspecto muchas veces olvidado en la gestión de la salud mental: su estrecha relación con el contexto social. La Asociación recuerda que en contextos de alta vulnerabilidad social, la prevalencia de trastornos mentales tiende a ser mayor y el acceso al tratamiento, mucho más limitado.

Esta ecuación hace urgente un abordaje integral, intersectorial y territorial que vaya más allá de la simple atención médica. Se requiere inversión en infraestructura, formación de talento humano en salud mental comunitaria, disponibilidad sostenida de medicamentos, y una estrategia de salud pública que considere la prevención y la promoción del bienestar emocional desde una perspectiva de derechos humanos.

En respuesta a este panorama, la Asociación Colombiana de Psiquiatría ha elevado un llamado enérgico al Gobierno Nacional, al Ministerio de Salud y Protección Social, a las autoridades departamentales de Nariño y a los organismos de cooperación internacional, para que se implementen de manera urgente acciones coordinadas que mitiguen esta crisis.

Las recomendaciones incluyen:

  • Restablecer de manera prioritaria el suministro de medicamentos psiquiátricos en el departamento.
  • Reforzar las capacidades del personal de salud en la atención de urgencias en salud mental.
  • Activar planes de contingencia que incluyan brigadas móviles con equipos interdisciplinarios en zonas rurales y urbanas afectadas.
  • Garantizar transporte humanitario para los pacientes que requieren traslados por razones clínicas.
  • Invertir en campañas de sensibilización comunitaria sobre salud mental y primeros auxilios psicológicos.

En línea con el fallo de la Corte Constitucional contenido en la Sentencia T-760 de 2008, y otras decisiones que ratifican el carácter fundamental del derecho a la salud, la ACP exige que se garantice la atención integral en salud mental como parte indivisible del sistema general de seguridad social.

La situación en Nariño es una alarma que no debe ser ignorada. Para los profesionales de la salud, los responsables de políticas públicas y las instituciones del sector, este momento exige una respuesta que combine sensibilidad, celeridad y rigurosidad técnica. No se trata solo de resolver una crisis puntual, sino de construir un modelo de atención en salud mental resiliente, accesible y humanizado, que logre acompañar de manera efectiva a quienes más lo necesitan.

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