El Banco Mundial y la Organización Panamericana de la Salud dieron a conocer un informe conjunto sobre la cobertura de salud y equidad en América Latina y el Caribe, evidenciando cómo en 9 países del continente se logró que cerca de 46 millones de personas tengan acceso a la cobertura universal en los últimos 15 años.
Para realizar este estudio la OPS y el Banco Mundial analizaron los datos de diez países de la región (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Jamaica, México, Uruguay y Perú).
Los avances que se han dado, han sido gracias al incremento en el gasto de salud y del reconocimiento que en los últimos 30 años han hecho los países latinoamericanos y caribeños de la salud como un derecho.
Lo que ha permitido reducir las brechas entre ricos y pobres, un mayor número de personas cubiertas, más servicios ofrecidos, aumento del número de enfermedades con cobertura, mayor expectativa de vida en los niños menores de cinco años, y la disminución de madres muertas por complicaciones durante el parto.
A pesar de los avances, el informe evidencia que aún se siguen presentando desigualdades entre los planes de cobertura médica pública y privada, con grandes diferencias en el acceso y la calidad de los servicios.
Rn algunos países, para solucionar esas desigualdades se ha optado por subsidiar la cobertura médica a las personas que no pueden pagarla ni tienen acceso a la sanidad a través de su empleador.
Colombia, Chile y Uruguay son los países que han logrado igualar los beneficios de los planes subsidiados y contributivos, poniendo en un mismo nivel la calidad del uno y el otro.
Sin embargo, el principal reto con el que se deben enfrentar los sistemas de salud de todos los países del continente en los próximos años, es aumentar el financiamiento público y la eficiencia para expandir aún más la cobertura universal.
Pero, principalmente la carga creciente de las enfermedades no trasmisibles como el cáncer, la diabetes y los ataques cardiacos que son las que causan el mayor número de muertes en la región.
“El perfil demográfico y epidemiológico cambiante de la región, en particular por el envejecimiento de la población, ha desplazado la carga de las enfermedades hacia las enfermedades no transmisibles, que tienden a afectar a todos los grupos poblaciones, al tiempo que aumentan los costos y la demanda de los servicios de salud en todos los ámbitos”, dijo Tim Evans, Director Principal para Salud, Nutrición y Población del Banco Mundial.