La Jornada Nacional del Programa de Inmunizaciones 2025, celebrada entre el 6 y el 8 de octubre en Santiago, marcó un hito en la planificación sanitaria de Chile. Durante tres días, equipos técnicos del MINSAL, las SEREMI, los Servicios de Salud, el Instituto de Salud Pública (ISP) y la OPS/OMS trabajaron de manera conjunta en el diseño de un nuevo plan multianual que permita revitalizar la inmunización como un bien público esencial y asegurar su sostenibilidad hacia 2030.
El encuentro se desarrolló en el marco de la política regional de inmunización aprobada por el 59.º Consejo Directivo de la OPS en 2021, que reconoce las vacunas como un derecho universal y un instrumento de equidad en salud. Esta visión busca garantizar que todas las personas, sin importar su ubicación geográfica o nivel socioeconómico, tengan acceso a vacunas seguras, efectivas y de calidad, fortaleciendo los sistemas nacionales de inmunización como base de la salud pública moderna.
“Este encuentro busca construir colaborativamente el plan multianual que nos permita avanzar hacia los objetivos del 2030, fortaleciendo logros y enfrentando desafíos”, señaló Elizabeth López, jefa del Departamento de Inmunizaciones del MINSAL. “Hasta ahora hemos trabajado con planes anuales y de campaña, pero no contábamos con una visión estratégica a largo plazo. Este diagnóstico nos impulsa a cambiar eso”, añadió.
Un plan nacional con visión estratégica al 2030
El nuevo Plan Nacional de Inmunizaciones al 2030 surge como respuesta a los desafíos identificados mediante la herramienta de monitoreo regional aplicada por la OPS, la cual evaluó la capacidad del sistema chileno para sostener y expandir sus coberturas vacunales en el contexto de cambios demográficos, tecnológicos y epidemiológicos.
Entre los objetivos estratégicos se incluyen:
- Fortalecer el liderazgo territorial en inmunización, consolidando la coordinación entre niveles central y regional.
- Modernizar la gestión de la cadena de suministro para asegurar disponibilidad y trazabilidad de las vacunas.
- Potenciar la seguridad vacunal, mediante vigilancia activa y transparencia en la comunicación con la ciudadanía.
- Combatir la desinformación, integrando estrategias comunicacionales basadas en evidencia y confianza pública.
- Fomentar la toma de decisiones basada en datos, mejorando los sistemas de información y monitoreo de coberturas.
El encuentro incluyó talleres prácticos y sesiones técnicas orientadas a la gestión logística, el fortalecimiento de capacidades locales y el análisis de experiencias territoriales. Estas acciones apuntan a dotar al país de una hoja de ruta estructurada, que integre tanto la innovación tecnológica como la equidad en el acceso.
Cooperación regional y prevención transfronteriza
La cooperación internacional fue uno de los ejes más destacados de la jornada. El Representante de la OPS/OMS en Chile, Dr. Giovanni Escalante, subrayó la necesidad de mantener la vigilancia epidemiológica activa y de promover el trabajo conjunto entre países para evitar brotes prevenibles.
“Las vacunas son un escudo de protección. Chile tiene buenas coberturas, pero basta una baja en alguna zona para que surjan brotes. Ya hemos visto brotes de sarampión en las Américas. La cooperación horizontal entre países es clave para mantener estándares y evitar contagios transfronterizos”, advirtió el Dr. Escalante.
Este enfoque refleja los principios de la Agenda de Inmunización 2030 (AI2030), una iniciativa global respaldada por la OMS y la OPS que busca reforzar el concepto de inmunización como bien común y herramienta de justicia social. En línea con esta agenda, la OPS brinda acompañamiento técnico a Chile para garantizar la equidad territorial y fortalecer la infraestructura sanitaria, tanto en zonas urbanas como rurales.
Ciencia, comunicación y confianza: los nuevos retos de la vacunación
Uno de los desafíos emergentes destacados durante la jornada fue el de la confianza pública. Los expertos coincidieron en que la desinformación y la fatiga social posterior a la pandemia han modificado las percepciones sobre las vacunas, lo que exige un abordaje más integral y multidimensional.
Las estrategias presentadas incluyeron la incorporación de campañas comunicacionales proactivas, capacitación en manejo de información para equipos de salud y mecanismos de comunicación de riesgo basados en evidencia científica.
Asimismo, se discutió la importancia de integrar los sistemas de información epidemiológica para mejorar la respuesta ante alertas sanitarias, fortalecer la trazabilidad y promover decisiones clínicas sustentadas en datos actualizados.
De esta manera, el plan no solo busca mantener coberturas adecuadas, sino también modernizar la infraestructura tecnológica y el sistema de vigilancia, garantizando que la inmunización se consolide como un proceso seguro, transparente y confiable.