Reino Unido aplicará castración química a agresores sexuales: implicaciones clínicas, legales y aplicabilidad en Colombia

Reino Unido aplicará castración química a agresores sexuales implicaciones clínicas, legales y aplicabilidad en Colombia

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El Reino Unido anunció un plan piloto para implementar la castración química en 20 prisiones con el objetivo de reducir la reincidencia sexual y aliviar el hacinamiento carcelario. analizamos la evidencia clínica, las implicaciones éticas y la viabilidad de esta medida en Colombia.

Reforma penitenciaria británica: castración química y rehabilitación

Como parte de una reforma integral de su sistema de justicia, el Reino Unido aplicará castración química voluntaria en 20 prisiones de Inglaterra, según lo anunció la ministra de Justicia, Shabana Mahmood, ante el Parlamento. Esta intervención, que incluye el uso de medicamentos hormonales para suprimir el deseo sexual, está orientada a reducir la reincidencia de ciertos agresores sexuales.

La ministra señaló que el programa incluirá acompañamiento psicológico obligatorio y no se aplicará automáticamente a todos los casos. En su diseño se han considerado experiencias previas en países como Alemania, Dinamarca y Polonia, donde el tratamiento se ha implementado bajo diferentes marcos normativos.

Fundamento clínico: ¿funciona la castración química?

La castración química consiste en la administración de fármacos como acetato de medroxiprogesterona o leuprolide, que suprimen la producción de testosterona, reduciendo el deseo sexual y el comportamiento compulsivo en ciertos infractores.

Un análisis publicado en Psychology, Public Policy, and Law revisó múltiples estudios sobre la efectividad de esta terapia (ADT) en ofensores sexuales. Concluyó que, aunque puede disminuir la libido y la frecuencia de conductas sexuales, su efectividad para prevenir la reincidencia es variable y dependiente del perfil del infractor y del acompañamiento terapéutico.

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Un sistema penitenciario británico al límite

La decisión se da en el marco de una crisis carcelaria. Inglaterra y Gales cuentan con más de 89.000 reclusos, una cifra que se ha duplicado en tres décadas. El gobierno ha tenido que aprobar liberaciones anticipadas y ha anunciado la construcción de tres nuevas cárceles para aliviar la saturación.
Además de la castración química, el plan incluye:

  • La eliminación de condenas cortas menores a 12 meses (excepto por violencia doméstica)
  • Un fondo de £700 millones anuales para reforzar el sistema de libertad condicional
  • La deportación acelerada de extranjeros con condenas leves
  • Mayor autonomía judicial para imponer sanciones alternativas

Críticas éticas: consentimiento, proporcionalidad y derechos humanos

La medida ha sido fuertemente cuestionada por organizaciones defensoras de derechos humanos. Señalan que, aunque es presentada como voluntaria, puede convertirse en una coacción médica disfrazada de rehabilitación si no se garantizan condiciones de libertad real para elegir.

Desde el marco del Convenio Europeo de Derechos Humanos, cualquier intervención médica debe contar con consentimiento informado y no puede ser utilizada como forma de castigo. La comunidad médica también advierte sobre los efectos adversos de largo plazo y la necesidad de protocolos médicos rigurosos.

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La ministra Mahmood ha reiterado que el tratamiento solo se ofrecerá en circunstancias específicas y no sustituye la intervención psicológica ni otras formas de rehabilitación social.

¿Es aplicable en Colombia?

En Colombia, no existe base legal ni política pública para aplicar la castración química. La Ley 2081 de 2021, que introduce la cadena perpetua revisable para delitos sexuales contra menores, no contempla medidas médicas para ofensores, y la jurisprudencia de la Corte Constitucional ha protegido con firmeza el principio de autonomía corporal y la dignidad humana.

Además, el sistema penitenciario colombiano atraviesa su propia crisis. Según el último boletín del INPEC:

  • Personas privadas de la libertad (dic. 2024): 122.516
  • Capacidad instalada: 56.054
  • Hacinamiento promedio nacional: 122 %

La aplicación de tratamientos hormonales requeriría no solo una reforma legal, sino también una inversión sustancial en salud penitenciaria, equipos de evaluación forense y seguimiento terapéutico.

Reflexión final: rehabilitación sin venganza

La implementación de la castración química en el Reino Unido marca un punto de inflexión en el debate sobre la gestión de la reincidencia sexual. Si bien la medida puede reducir impulsos sexuales en ciertos perfiles clínicos, su éxito depende del contexto ético, la voluntariedad y la integración con programas de salud mental.

En Colombia, más allá de copiar soluciones extranjeras, el foco debería estar en:

  • Fortalecer la investigación y judicialización efectiva de delitos sexuales
  • Expandir la atención integral a víctimas y programas de resocialización
  • Implementar modelos de seguimiento postpenitenciario con base científica
  • Promover una política criminal que priorice la prevención, rehabilitación y proporcionalidad

La experiencia británica ofrece una oportunidad para abrir un debate técnico y responsable sobre cómo el sistema penal puede proteger a las víctimas sin abandonar los principios éticos fundamentales.

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