En los últimos 10 años los casos de tuberculosis se han reducido a nivel mundial, pero han aumentado en América Central y del Sur, sin embargo, no se tiene certeza de porque en esta región se han acrecentado de manera sustancial los casos. Por otro lado, desde el año 2000, la población encarcelada en América Central y del Sur ha crecido en un 206%, el mayor aumento en el mundo, en este mismo periodo de tiempo, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, los casos de tuberculosis notificados en la personas privadas de la libertad se han incrementado en un 269%.
Un dato relevante es que el 11% de todos los casos de de tuberculosis reportados en Latinoamérica ocurren entre la población carcelaria, que comprende menos del 1% de toda la población de la región. Esta información corresponde a un reciente informe publicado en “The Lancet”, que además resalta que el riesgo de contagio de tuberculosis en las cárceles es extremadamente alto, lo que está desembocando en una crisis de salud y derechos humanos que requerirá que los países tomen medidas urgentes.
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Tuberculosis en el mundo
La tuberculosis es la enfermedad infecciosa que más víctimas cobra anualmente en el mundo, en 2018 provocó la muerte directa de 1.2 millones de personas y otras 251 mil muertes de personas que además padecían de VIH. En los últimos años la tasa de incidencia mundial de tuberculosis ha disminuido pero de manera exageradamente lenta reduciéndose solo en 1 o 2 puntos porcentuales. No obstante, en Latinoamérica la incidencia de la tuberculosis se ha estancado o aumentado dependiendo el país.
En América Latina existen actualmente, alrededor de 3.8 millones de persona privadas de la libertad, un aumento del 206% desde el año 2000 como se mencionó anteriormente. Este acrecentamiento exponencial tiene graves efectos en la salud pública, ya que esta población tiene mayor riesgo de padecer, enfermedades mentales, crónicas e infecciosas como Covid-19, VIH, hepatitis C y tuberculosis.
Los mayores incrementos relativos ocurrieron en El Salvador, donde la población encarcelada aumentó en un 411%, y Ecuador, donde la población encarcelada aumentó en un 367%. El pronunciado aumento de la población privada de la libertad no se puede explicar por el crecimiento del 22,9% en la población total entre 2000 y 2018, sino que podría explicarse por el aumento de las tasas de encarcelamiento en todos los países de América Central y del Sur, señala la investigación.
El entorno físico de las cárceles, incluido el confinamiento interno prolongado, la mala ventilación, el hacinamiento severo y la exposición limitada a la luz solar, facilitan la transmisión de patógenos por el aire, estos factores son desencadenantes de gran parte de las enfermedades que se presentan en los centros penitenciarios, por ejemplo, en una prisión sudafricana, el hacinamiento y la mala búsqueda de casos llevaron a un riesgo anual de infección por tuberculosis del 90%.
Carga de tuberculosis en las cárceles
De 2011 a 2017 los casos de tuberculosis entre la población penitenciaria se cuadriplicaron en Centroamérica que pasó de 538 a 2489 casos y se duplicaron en Suramérica de 7798 a 17 285 casos.
“Esta creciente concentración de tuberculosis en las cárceles fue más pronunciada en Venezuela (113 [1 · 8%] de 6282 casos notificados en 2011 en comparación con 1624 [15,3%] de 10 647 casos notificados en 2017) y El Salvador (225 [11 · 9%] de 1896 casos notificados en 2011 en comparación con 1889 [51 · 5%] de 3666 casos notificados en 2017” menciona el artículo.
En todos los países de América Central y del Sur, las tasas de notificación de tuberculosis entre la población carcelaria excedieron las tasas en la población general. En Venezuela, Paraguay, Ecuador, El Salvador y Guatemala, las tasas de notificación de casos dentro de las cárceles fueron más de 40 veces más altas que las tasas de notificación fuera de las cárceles, en el año más reciente de datos disponibles (2018). Aunque las tasas de notificación de casos fueron relativamente estables en la población general, aumentaron en las cárceles de gran parte de América Central y del Sur de 2011 a 2017.
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