De acuerdo con el informe bienal de la Sociedad Estadounidense del Cáncer (ACS), la incidencia del cáncer de mama continúa aumentando, especialmente entre las mujeres menores de 50 años. Esta actualización destaca que, aunque las tasas de incidencia aumentan, las muertes por cáncer de mama han disminuido en algunas poblaciones, lo cual evidencia avances importantes en el manejo de esta enfermedad.
El informe detalla que la incidencia del cáncer de mama mostró un aumento anual del 1% entre 2012 y 2021, con un incremento particularmente notorio entre mujeres más jóvenes. La mayoría de los casos adicionales correspondieron a enfermedad localizada con receptores hormonales positivos, que suele tener un mejor pronóstico comparado con las etapas avanzadas y receptor negativo.
Por otro lado, las muertes por cáncer de mama han disminuido significativamente. Entre 1989 y 2022, la mortalidad descendió un 44%, lo cual representa aproximadamente 518.000 vidas salvadas. “Este progreso es el resultado de los avances en el tratamiento y la detección temprana a través del cribado”, aseguraron Angela N. Giaquinto y sus colegas en el informe, publicado en CA: A Cancer Journal for Clinicians. Sin embargo, el informe subraya que “estas intervenciones no se han difundido de forma equitativa”.
Además, la ACS publicó un material educativo titulado “Datos y cifras sobre el cáncer de mama 2024-2025”, que proporciona información adicional sobre las tendencias del cáncer de mama y los pasos necesarios para mejorar la prevención, detección y tratamiento de la enfermedad.
Desigualdades en la incidencia y mortalidad del cáncer de mama
Aunque la incidencia global del cáncer de mama aumentó un 1% anual entre 2012 y 2021, el incremento fue más pronunciado entre las mujeres menores de 50 años, alcanzando un 1,4% anual, comparado con el 0,7% en mujeres mayores de 50 años. Las mujeres asiático-americanas e isleñas del Pacífico experimentaron los mayores incrementos en la incidencia en ambos grupos de edad, alcanzando un 2,7% en las menores de 50 años y un 2,5% en las mayores. En 2000, este grupo tenía la segunda tasa más baja de incidencia de cáncer de mama, con 57,4 casos por cada 100.000 personas, pero para 2021, alcanzó la tasa más alta, con 86,3 casos, al igual que las mujeres blancas.
En cuanto a las mujeres negras, se observó una mayor probabilidad de ser diagnosticadas en etapas avanzadas o con cáncer no estadificado, en comparación con las mujeres blancas o asiáticas. Aunque la incidencia de cáncer de mama ha aumentado, las tasas de mortalidad han disminuido, pasando de 33 muertes por cada 100.000 mujeres en 1989 a 19 por cada 100.000 en 2022. Sin embargo, estas mejoras en la supervivencia no se distribuyen equitativamente en todos los grupos de población.
Desde 1990, la tasa de mortalidad entre mujeres indígenas americanas y nativas de Alaska no ha cambiado significativamente, y las mujeres negras presentan una tasa de mortalidad un 38% mayor que las mujeres blancas, a pesar de tener una incidencia un 5% menor. Además, las mujeres negras muestran la tasa de supervivencia más baja de todos los grupos raciales y étnicos, excepto en el caso de la enfermedad localizada.
El informe también arroja otras cifras clave: se estima que en 2024 se diagnosticarán 310.720 nuevos casos de cáncer de mama invasivo y 56.500 de carcinoma ductal in situ en mujeres de Estados Unidos, además de 2.790 casos en hombres. Respecto a la mortalidad, se espera que aproximadamente 42.250 mujeres y 530 hombres mueran por cáncer de mama en 2024. En términos de riesgo, una de cada ocho mujeres estadounidenses (13,1%) será diagnosticada con cáncer de mama invasivo en su vida, y 1 de cada 43 (2,3%) morirá por la enfermedad.
La tasa de supervivencia a cinco años para el cáncer de mama es del 91%, disminuyendo al 86% a los diez años y al 81% a los quince años. Cuando el cáncer es diagnosticado en una etapa localizada, la tasa de supervivencia a cinco años supera el 99%, pero desciende al 32% en etapas avanzadas.
La importancia de esfuerzos preventivos, según estudios recientes
El informe de la ACS tiene similitudes con otro estudio reciente publicado en JAMA Network Open, el cual reporta una creciente incidencia de cáncer de mama en mujeres de 20 a 49 años de diversas razas y grupos de edad en Estados Unidos. “El aumento de la incidencia del cáncer de mama en mujeres jóvenes es un área de preocupación y un ámbito en el que realmente necesitamos dedicar más esfuerzos para entender las causas”, señaló el autor principal del estudio, Adetunji T. Toriola, de la Universidad de Washington en St. Louis.
Entre los posibles factores detrás del aumento de la incidencia, Toriola mencionó los factores reproductivos y de estilo de vida, como el aumento de peso, la dieta y la actividad física, además de la exposición a sustancias químicas y toxinas en etapas tempranas de la vida. “Los factores ambientales y de vida temprana, como la exposición a toxinas, siguen siendo un área poco explorada”, afirmó Toriola, destacando la importancia de entender los efectos a largo plazo de estas exposiciones.
En general, tanto el informe de la ACS como el estudio publicado en JAMA Network Open subrayan la necesidad de incrementar los esfuerzos preventivos que aborden las disparidades raciales y la creciente incidencia en mujeres jóvenes. “Las mujeres deberían realizarse una mamografía de detección tan pronto como reúnan los requisitos”, recomendó Toriola. Asimismo, señaló que aquellas con riesgo promedio deberían comenzar a partir de los 40 años y, en caso de tener antecedentes familiares u otros factores de riesgo, deberían considerar la posibilidad de hacerse una prueba de detección más temprana.