La capital del país dejó atrás 52 días consecutivos en alerta hospitalaria amarilla para pasar oficialmente a alerta verde, según informó la Secretaría Distrital de Salud. Esta situación se fundamenta en la reducción progresiva de la ocupación en los servicios pediátricos de hospitalización general e intensiva, los cuales ya se ubican por debajo del 85 %, así como en la superación del pico respiratorio en población infantil.
Según Gerson Bermont, secretario Distrital de Salud, la ciudad enfrentó una situación compleja por la confluencia de múltiples factores. “Bogotá vivió semanas muy complejas: una alta demanda por enfermedades respiratorias, el ingreso de pacientes remitidos desde otras regiones del país y la atención de personas que llegaron descompensadas por falta de acceso a medicamentos o a consultas ambulatorias. Aun así, la ciudad respondió”, afirmó.
El descenso en la presión sobre los servicios pediátricos permitió desactivar la alerta amarilla, que durante semanas exigió la movilización de recursos extraordinarios y coordinación intensiva entre actores del sistema.
Ocupación hospitalaria en adultos sigue en niveles críticos – alerta hospitalaria
Aunque la presión sobre los servicios pediátricos se ha reducido, la ocupación hospitalaria en adultos se mantiene en el 90 %, lo que impide un retorno total a condiciones de normalidad. Por esta razón, la ciudad permanecerá en alerta verde, un estado que permite acciones preventivas y de preparación sin los niveles de exigencia operativa de la alerta amarilla.
“Pasar a alerta verde implica mantener la preparación y respuesta, pero sin la presión operativa que exige la alerta amarilla”, explicó Bermont. Esta medida busca mantener activas las capacidades de respuesta del sistema de salud ante posibles repuntes o eventualidades, sin comprometer la calidad ni la oportunidad de la atención médica.
Estrategias implementadas para mantener capacidad de respuesta
La Secretaría Distrital de Salud destacó que Bogotá ha implementado una respuesta estructurada para enfrentar los retos hospitalarios derivados del pico respiratorio y la alta ocupación. Entre las acciones clave se encuentran:
- Fortalecimiento de los equipos GAMA (Grupo de Apoyo y Monitoreo a la Atención).
- Aumento en la disponibilidad de talento humano en salud.
- Articulación operativa con IPS públicas y privadas.
- Expansión de la hospitalización domiciliaria.
- Incremento en el número de consultas prioritarias y atención programada en consulta externa.
- Fortalecimiento de servicios sociosanitarios, en particular para población vulnerable.
Estas medidas han permitido contener la demanda hospitalaria y facilitar el tránsito hacia un estado de menor presión operativa, sin bajar la guardia frente al seguimiento de datos y alertas. “Seguiremos implementando medidas, evaluando día a día los datos y preparados ante cualquier eventualidad. Esta ciudad ha demostrado que tiene capacidad de respuesta ante una crisis”, concluyó el secretario Bermont.
Llamado al autocuidado y a completar esquemas de vacunación
La Secretaría de Salud hizo un llamado a la ciudadanía para mantener las medidas de autocuidado, especialmente en hogares con adultos mayores, personas con enfermedades crónicas o gestantes, quienes continúan siendo poblaciones con mayor riesgo ante enfermedades respiratorias o descompensaciones.
Asimismo, reiteró la importancia de completar los esquemas de vacunación, como herramienta fundamental de prevención para mitigar la presión sobre los servicios asistenciales y proteger a las poblaciones más vulnerables.