El jueves 14 de julio de 2022, la Corte Suprema de Justicia de Perú dejó en firme la decisión del 11 Juzgado Constitucional de Lima que autoriza la práctica de la eutanasia a la psicóloga Ana Estrada, rostro de la lucha por la muerte digna en el vecino país. La petición de Ana Estrada se fundamenta en su diagnóstico: poliomistiosis, enfermedad degenerativa que padece desde los 12 años y que hoy la obligan a requerir asistencia permanente.
En la decisión del juzgado limeño, el fallo solicitó al Ministerio de Salud (Minsa) y a Essalud a respetar la decisión de Estrada, sin dilatar este proceso en febrero de 2021. La paciente y activista por la muerte digna ha contado que dentro de sus experiencias más difíciles, la traqueostomía y la colocación de una sonda gástrica, además de mostrar la pérdida de su autonomía detonaron en una depresión que la llevó a solicitar el suicidio asistido; petición de la que desistió tras analizar las implicaciones que tendría para sus allegados, contó a medios de comunicación en oportunidades anteriores.
“Hoy ha triunfado la justicia. Ha ganado la vida y el derecho a la autonomía y libertad. Toda conquista de un derecho nace a partir de una necesidad de un ciudadano/a de a pie, jamás de los gobernantes”, mencionó Ana Estrada luego de conocerse la decisión. La psicóloga también agradeció al juez dirimiente Walter Gutiérrez, quien aseguró que la petición era un “alegato por la libertad y la vida”.
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Otros detalles sobre el caso de Ana Estrada y el acceso a la eutanasia:
Como se explicó a la opinión pública, la eutanasia de Ana Estrada no se llevará a cabo inmediatamente después, puesto que se debe establecer el protocolo médico a seguir en su caso. El proceso quedará definido el próximo 22 de julio con la intervención de Sara Echevarría, una de las jueces dirimientes para garantizar que sea un procedimiento seguro y sin ninguna dificultad que impida la eutanasia.
La eutanasia no es un derecho para los peruanos; sin embargo, la decisión sobre la muerte digna marca un precedente para el futuro. Esto quiere decir que, por el momento, ninguna otra persona podrá acceder a la eutanasia, a menos que sea autorizada por la vía legal, pues en el Código Penal de Perú, participar o facilitar el homicidio piadoso (como se denomina a esta práctica) es sancionado con hasta 3 años de prisión.
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